Correo
Arturo Merino Benítez
Señor Director: Durante estos días me llamaron muchos amigos que trabajaron con nosotros en el Comité Pro Región, ex directores, asesores jurídicos, culturales, artistas, empresarios, haciéndome ver que los ñublensinos debemos levantar una férrea defensa en pro del Padre de la Fuerza Aérea Chilena, que es de nuestra gloriosa tierra ñublensina, pues el Aeropuerto Internacional de Santiago debe seguir llevando el nombre del Comodoro Arturo Merino Benítez, paradójicamente justo ahora que el Presidente de la República nombra a su hijo Comandante en jefe de la FF.AA. de Chile.
Si había un principio que nos enorgullecía en nuestro trabajo por la creación de la región, era mencionar en cada exposición a más de un centenar de hijos e hijas ilustres nacidos en nuestra tierra, así uno de quienes siempre mencionamos fue nuestro insigne Comodoro.
Encuentro que ha sido inapropiado y un despropósito reponer el debate en la comisión de Cultura de la cámara de Diputados, sobre el cambio de nombre del Aeropuerto a Pablo Neruda, poeta que ha tenido muchos reconocimientos a nivel nacional e internacional, como el Premio Nobel muy bien merecido, recibido un 21 de octubre de 1971.
Creo que nuestros parlamentarios de forma transversal debieran jugársela para conseguir los votos y mantener el nombre de uno de nuestros pilotos más valientes de la historia, sobre todo frente a la travesía que realizó a Punta Arenas. Mi propuesta es ir al Congreso: Primero a conseguir los votos de los parlamentarios de otras regiones y segundo a oponerse rotundamente en el momento de la votación, tal como lo hicimos nosotros en su tiempo.
Hérex Fuentes Mardones. Ex Presidente de Ñuble Región.
Aeropuerto de Santiago
Señor Director: Me parece completamente inútil el renombrar al aeropuerto de Santiago. En primer lugar, creo que hoy a nadie le genera rechazo el actual nombre, posiblemente porque no saben quien fue Arturo Merino Benitez. En segundo lugar, se está reconociendo al fundador de la Fuerza Aérea de Chile, es bastante lógico que el principal aeropuerto de nuestro país lleve su nombre.
Martín Versluys.
¿Qué legisla su parlamentario?
Señor Director:Otra vez, después de crear el día del taca-taca, se vino el cambio de nombre del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, por lo que todos los chilenos nos preguntamos, ¿es que los parlamentarios no tienen otros temas más importantes en que dediquen su oneroso tiempo para nuestros bolsillos? Algunos datos: renovación urgente del Código Penal, problemas en la salud, en la educación, en la seguridad, en el transporte, en la vivienda, en las pensiones, todo un bolsón de problemas pendientes y por último deberían crear un nuevo protocolo para postular a cargos de parlamentarios y otros cargos públicos, en especial aumentando los requisitos. Hoy en nuestro querido Chile, se exigen más requisitos para postular a repartidor de pizzas en moto que para postular al Congreso (ser chileno y respirar). Una cosa es el apoyo político partidista que tenga el candidato al Congreso y otra muy diferente es que tenga los méritos personales, profesionales, laborales ampliamente demostrados.
Luis Enrique Soler Milla.
Análisis del presupuesto
Señor Director: En su columna del 5 de noviembre, "Los desafíos de Chile se quedan sin presupuesto", parlamentarios del confundido Frente Amplio -que de amplio tiene sólo el nombre-, muestran un extraño y tendencioso análisis de la propuesta del presupuesto 2019 hecha por el Gobierno, cuyo cálculo no se explica ni sustenta en los datos de la columna misma.
Luego, sin empacho alguno, los honorables sostienen en la misma misiva que "entramos al Congreso a representar los intereses de las grandes mayorías". Pues bien, viéndolas en su conjunto -si nos vamos caso a caso la situación sería más penosa aún- estas personas obtuvieron el 16,5% de los votos en la Cámara de Diputados y 11,07% en el Senado.
Es sano y deseable que estas personas discutan y diriman sobre éste y otros proyectos, pero tengamos en cuenta que hablan, en el mejor de los casos, por una estrecha minoría.
Patricio González B.