Ñuble se transformó en región y muchos creyeron que la antigua provincia sería un nuevo escenario caracterizado por una panacea política en la que cada uno de sus miembros podría sembrar y cosechar de forma inmediata procurando el crecimiento regional.
Sin embargo, de las intenciones se pasó rápidamente a la realidad, aquella que muchas veces dice relación con rencillas internas, acusaciones cruzadas y a lo cual se sumó en las últimas horas el despertar de una oposición de que parecía dormida.
El episodio que vive el secretario regional de Gobierno, Renán Cabezas, es el ejemplo claro de que parte de las autoridades que arribaron a la conducción de Ñuble tiene un pasado que los condena, siempre desde la perspectiva política, ya que como señala un adagio judicial, todos son culpables hasta que se compruebe lo contrario y ante las acusaciones de no respaldar adecuadamente más de $15 millones solicitados al Fondart, dejó en claro que no hay sentencia y que todo pasa por un tema de forma más que de fondo. Dichas acusaciones quedaron en evidencia desde el Partido Radical.
Lo anterior se entiende como parte del "juego político", pero dentro de esta misma dinámica está el cuestionamiento político a parte de los actuales seremis, no necesariamente por parte de sus adversarios ideológicos, sino que incluso por parte de quienes son parte del Gobierno y que muchos, no todos, piden la cabeza de algunos secretarios ministeriales, no necesariamente por su capacidad técnica, sino que más bien para ocupar sus carteras como vitrina o para una ley de compensaciones en puestos de Alta Dirección Pública que no dejó a todos satisfechos.
Solo para retroceder brevemente, continuamente se le pide al intendente Martín Arrau que se pronuncie sobre temas en los cuales los planes del Gobierno chocan contra las ambiciones ciudadanas, ejemplo claro es lo que ocurre con el embalse La Punilla, los desalojos y la credibilidad de la empresa constructora. Sin embargo, el intendente opta por seguir los lineamientos de La Moneda, lo cual es entendible.
¿Se mueve la política local?, sí las aguas de agitan y se vienen nuevos capítulos y reacciones.