Permítanme que continúe en mi línea de destacar a personas que cumplen calladamente un rol social importante y que le dan lustre a nuestra identidad ñublensina. Esta vez quiero hablar de Guillermo Segundo Guzmán Valdés, un funcionario auxiliar del Cosam Chillán, de 57 años de edad, que estuvo a punto de perder la vida por una crisis cardíaca de proporciones en octubre de 2017.
Por más de 20 años fue dirigente de la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipal de Ñuble (Confusam), llegando a ser reelegido reiteradamente como su Presidente. Hace sólo unos días, Guillermo Guzmán, decidió alejarse de las funciones sindicales, porque es evidente que debe cuidar su salud al máximo. Y lo hace como los grandes hombres: con la humildad de quien es líder de verdad, con la sencillez de las personas rectas y con el agradecimiento a flor de piel.
Llegó a trabajar en la salud municipal chillaneja en 1992, desempeñándose en labores menores del Cesfam Dr. Raúl San Martín González (ex Ultraestación), en funciones de vigilante en el Cesfam Isabel Riquelme y, ahora, en el Cosam Chillán.
Nada más llegar se hizo notar por su gran sensibilidad social, su espíritu de servicio y su claridad de ideas. Fue elegido dirigente provincial y su norte siempre fue el de la lucha por conseguir mayores beneficios, como la integración de sus colegas en la planta municipal, cambios positivos en las categorías y diversos beneficios sociales.
Lo más destacable de todo es que Guzmán Valdés se ha formado en la escuela de la vida y ha aprendido con su inteligencia natural. Por eso, sus compañeros de trabajo le convirtieron en su líder y le creyeron permanentemente. Fue el primer auxiliar de servicio que llegó a liderar tantos años la Confusam.
En la hora de su alejamiento definitivo por razones muy importantes de salud, Guillermo Guzmán Valdés da nuevamente lecciones de humildad, sencillez y consecuencia.
Sus colegas a nivel nacional le han dado muestras de reconocimiento, le han homenajeado en actos internos y le han abrazado sus compañeros de Ñuble. Todo sin aspavientos, sin notoriedad pública.
Creo insuficiente todo aquello, porque este dirigente sindical se merece el reconocimiento de las autoridades de la Región. Estuvo a punto de entregar su vida por sus ideales. Demostró que se puede trabajar transversalmente y que en nuestra tierra tenemos gente de otra madera, de otro carácter. Esa es, precisamente, la personalidad que nos distingue y nos enorgullece.
Miguel Ángel San Martín Periodista.