Alvaro Alarcón Bustamante
La reciente conmemoración del Día Internacional de la Mujer tuvo en Chillán una masiva respuesta al llamado a marcha por los derechos y reivindicaciones de género. De acuerdo a los organizadores del movimiento 8M en Chillán la convocatoria alcanzó a unas 2 mil personas que se sumaron con pancartas, consignas y un ambiente festivo durante su recorrido por las céntricas calles de la ciudad.
Durante la actividad fue posible ver a representantes políticos de diversos partidos, como asimismo autoridades como la diputada PPD Loreto Carvajal, la exgobernadora y delegada presidencial Lorena Vera.
Desde el movimiento feminista, si bien están conscientes de que sus reivindicaciones de género son transversales, no desconocen además un componente político que -aseguran- no está ligado a las estructuras partidarias actuales.
Así lo señaló Ayline Valeria, vocera de la coordinadora feminista de Chillán, quien profundizó al respecto al señalar que "el componente partidista siempre afectará al movimiento, ya que son funcionales a la cultura machista".
- ¿Cuáles son las reivindicaciones que tienen, a su juicio, más urgencia?
- El fin a la violencia política, sexual y económica hacia las mujeres. Otro punto trascendental es no más femicidios en la impunidad; derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito. Reconocimiento de derechos sexuales y reproductivos como derecho humano, no más zonas de sacrificio. Soberanía y autodeterminación de pueblos y territorios en resistencia. Desmilitarización en Wallmapu, justicia para Macarena Valdés, Camilo Catrillanca y un modelo educativo democrático no sexista, anticolonial y laico.
-¿Cuál de estas reivindicaciones son las más importantes de llevar a cabo en Ñuble?
-Ninguna reivindicación del movimiento feminista es más importante que otra, sin embargo, existen distintas problemáticas como por ejemplo la poca representatividad política. Se reconoce social y formalmente a héroes y próceres masculinos, dejando de lado a las figuras femeninas que tanto aporte hicieron y las mujeres campesinas aún tienen barreras geográficas para acceder a la educación y a la salud; y en los hospitales existen objetores de conciencia que impiden a las mujeres y niñas acceder al aborto en tres causales.
-¿El componente político partidista afecta o no el sentido de las marchas organizadas por ustedes?
-Como movimiento feminista nuestra posición política es la transformación social. Los partidos políticos tradicionales no adscriben a la necesidad de transformación de estas lógicas. Ellos abogan por la igualdad de género, nosotras no queremos ser iguales a los hombres, sino que tomar y posicionarnos como mujeres empoderadas y autónomas. Por lo mismo, el componente partidista siempre afectará al movimiento, ya que son funcionales a la cultura machista.
-¿Cuál es el mayor problema que ustedes visualizan en la región?
- Los gobiernos locales de derecha claramente son un impedimento para avanzar en la conquista de nuestros derechos, al ser partidos principalmente conservadores que resguardan los roles de género tradicionales que han generado desigualdad de género.