Elías Irazoqui Becerra, es el autor del libro "Palabras en el tiempo" su primer poemario. En sus 62 páginas, nos poetiza su aventura literaria, dónde nos hace pensar en las gestiones múltiples que agitan la vida de todos los días, a veces planteándonos en la tranquilidad que siempre buscamos y en otros instantes sobreponernos al bullicio de nuestra existencia y que ver de qué modo sobreponernos para regresar a la tranquilidad que forma parte de nuestras aspiraciones. Nos cobijamos en las palabras que nos hacen meditar en los mejores tiempos y de improviso a los peores. No obstante, porque son palabras en el tiempo, optamos por nuestra necesidad de sobreponernos, pensando que de todos modos, siendo creación de palabras que nosotros hemos hecho nuestras, son sólo palabras en el tiempo, que luego viven el sortilegio del cambio.
Su prologador el poeta y profesor de matemáticas, como este autor de este libro, precisa que después de haber leído las cuatro secciones del libro, creo que cualquier lector quedará encantado, pues se habrá embebido de sentenciosas palabras que han salido del alma y con la pluma de un verdadero poeta, pues, su vida está llena de poesía.
Pero Elías Irazoqui insiste en la proyección de su capacidad creativa y escribe su segundo libro "Palabras tras el tiempo", un libro mayor con 105 páginas, lo que ya el epílogo de Laura Daza, anotó en contraportada de su primer libro: "Cada vez que nace y renace en cada uno de sus poemas y es que la memoria no tiene tiempo y que un día surgió como una necesidad de expresarlo, hoy desemboca en estas palabras en el tiempo". La misma necesidad se amplió y ahora se expresó en "Palabras tras el tiempo". No sólo aumentó el número de páginas, sino también la calidad de sus afirmaciones, de sus consejos, la fuerza de sus definiciones y el convencimiento de los méritos que ostenta y que según su credo, es digno de proyectarse. Así lo dice: No seas sabio en tu propia opinión: teme a Jehová y apártate del mal, porque ser medicina a tu cuerpo y refrigerio para tus huesos".
Uno de sus alegatos finales, contiene el rigor del especialista; que resume: no serás nunca un buen poeta si no eres un buen matemático, queriendo demostrar que entre ambas posiciones hay una estrecha relación.
Las palabras póstumas de este libro, evidencian el compromiso con su pensamiento y las bondades de sus sentimientos. Este poeta y profesor Elías Irazoqui tiene estudios de Doctorado en la Universidad de Salamanca (España).
Por Carlos René Ibacache I. Miembro Correspondiente por
Chillán de la Academia Chilena de la Lengua.