Uno de los efectos más notorios del cambio climático se relaciona con el incremento de los incendios forestales, por las mayores temperaturas en verano y los suelos más secos por el déficit de precipitaciones. Lo anterior representa un grave riesgo para un invaluable patrimonio natural de nuestro país. Según Odepa, la Región de Ñuble cuenta con 845 mil 552 hectáreas de bosque nativo, que representan el 5,77% de la superficie nacional. A ello podríamos sumarle las más de 600 mil hectáreas en la Región del Bío Bío.
Durante el período 2016-2017 se registró en Chile una de las más severas temporadas de incendios forestales, con mega eventos que llegaron a afectar casi 600 mil hectáreas, concentrándose el daño en las regiones de O'Higgins, Maule, Ñuble y Biobío, con 477.508 hectáreas quemadas. La temporada 2018-2019 se registraron 55 incendios forestales en Ñuble. Para el verano 2019-2020 las proyecciones meteorológicas siguen siendo desfavorables. Según el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (SHOA) de la Armada, el invierno 2019 entró a la historia como uno de las más secos en los últimos 70 años, según datos de la Dirección Meteorológica de Chile. Los próximos meses continuará la tendencia con menos lluvias (36% de déficit) y la menor acumulación de nieve en la cordillera.
Frente a un panorama que es global, el Presidente Piñera presentó junto a su homólogo de Colombia, Iván Duque, y Francia, Emmanuel Macron, la Alianza por los Bosques Lluviosos para su protección y conservación, pues "hoy están siendo peligrosamente amenazados por los incendios forestales y por la deforestación y, en consecuencia, requieren urgente y eficaz protección", dijo el mandatario en la Cumbre por la Acción Climática.
A esto se suma el Programa de Recuperación Productiva "Bosques Quemados", inserto en el compromiso de Chile para disminuir los gases efecto invernadero con la captura de carbono. La meta nacional al 2020 es restaurar 500.000 hectáreas de suelos degradados (400.000 de suelos agrícolas y 100.000 de bosque nativo), proceso que incluye la afectación de los incendios forestales. En tanto, el Gobierno Regional de Ñuble dispuso recursos FNDR para un programa de prevención que se extenderá hasta 2021 y que contempla cortafuegos en zonas de interfaz, donde se produce el 99,7% de los incendios forestales: Quillón, Bulnes, Chillán y Chillán Viejo.
Sin embargo, la mejor medida de prevención la debe realizar la comunidad, evitando conductas que favorezcan la generación del fuego y denunciando aquellos actos intencionales. Cabe recordar que el verano pasado fueron detenidas cinco personas por ocasionar incendios forestales, principalmente por negligencia, en comunas como Portezuelo, Coihueco y Pinto, con millonarias pérdidas, inclusive de viviendas.