La serie televisiva "Almost Human", que ya debutó en las pantallas estadounidenses el pasado domingo 17, estrena en toda Latinoamérica por Warner Channel este jueves 28 de noviembre a las 22:00 horas. La primera temporada cuenta con trece episodios, los que podrían ampliarse a nueve más si les sonríe el rating.

Se trata de una de las mayores apuestas de la productora Bad Robot del afamado J.J. Abrams ("Lost", "Revolution"), una distopía creada en su capítulo piloto por J.H.Wyman ("Fringe") y ambientada en la ciudad de Los Ángeles en el año 2048, un lugar violento a merced de grandes organizaciones criminales, donde las armas y las drogas rebosan las calles de la ciudad y disparan los índices de criminalidad a un 400%. En este escenario, la policía de la ciudad no da abasto y debe recurrir a robots diseñados para combatir el crimen, androides que acompañan y protegen a las fuerzas humanas.

El protagonista es el detective John Kennex (Karl Urban), un hombre que ha estado casi dos años en un coma inducido luego de una emboscada de "El Sindicato", la mayor organización criminal del mundo al Departamento de Policía de Los Ángeles, en la que ha muerto su partner y él ha perdido una pierna que ha sido reemplazada por una prótesis biónica. Kenexx también ha perdido parte de su memoria, pero busca desesperadamente a quienes lo dañaron guiado por fogonazos de recuerdos que afloran. De vuelta a sus labores se le asigna un androide del tipo MX-43, al que rechaza y se deshace de él pero le vuelven a emparejar con otro. Esta vez es Dorian (Michael Ealy), una especie discontinuada, ya que presenta demasiados "defectos", es decir, tiene muchas respuestas emocionales inesperadas.

Esta es la premisa inicial que da vida a esta trama que enfrenta a un humano hosco y amargo, dañado emocionalmente, con un robot que sobrepasa el comportamiento de una máquina y casi roza la sabiduría, como dice el tráiler promocional: "uno de ellos nació para ser policía, el otro fue creado para serlo". Servida la paradoja del androide mejor "persona" que el hombre sin humanidad, lo que define el éxito de la serie es la buena química que pueda surgir entre sus protagonistas, algo que en las imágenes promocionales no aflora tan claramente debido a la exagerada pesadez de Kennex y el escaso protagonismo de Dorian.

Por lo demás, resulta extraño, o un síntoma de la carencia de buenos guiones, el que recién ahora los creativos de las grandes cadenas televisivas no hubiesen puesto sus ojos en la fórmula del dueto policial entre humano y robot, más aún teniendo en cuenta lo sobreexplotado del género policial, luego de la seguidilla de la serie CSI en Las Vegas, Nueva York y Miami.

Por supuesto hay que advertir que si "Almost human" quiere ganar el favor de las audiencias, debiera dar una vuelta de tuerca al viejo y archiconocido argumento del policía con un pasado traumático y el compañero, sintético en este caso, que le enseña a ser mejor y cómo lograr ser un equipo. Lo mismo para el argumento del robot confundido entre su naturaleza mecánica y las respuestas humanas que le han programado y lo desbordan. Las pantallas ya han tenido series y películas de este tipo, desde la dupla dispareja de "Starsky y Hutch" o "Arma mortal", a la emblemática "Blade Runner", pasando por "Yo Robot" y "Nación alien".

J.J. Abrams ha dicho que la serie es única en su tipo y enfatiza aquello cuando describe la ambientación que propone: ha dicho que, por ejemplo, las armas que despliega "Almost human" lucen familiares y conocidas, pero no lo son. Igual cosa pasa respecto de las drogas que se muestran y la tecnología que usamos en ese colapsado mundo del año 2048. Por cierto, en las imágenes que se muestran vemos medios de transporte y de comunicación con un innegable aire futurístico, como apunta Abrams, "el paradigma es familiar, pero las especificaciones son diferentes".

Los MX-43 son androides diseñados para asistir a los humanos en la investigación policial y situaciones de riesgo. Tienen un software de inteligencia artificial que les permite ayudar a los policías en el combate contra la delincuencia urbana. Hay de varios tipos: para el servicio comunitario, para tácticas de combate y para uso estándar. Sus capacidades incluyen comunicación inalámbrica, son verdaderos laboratorios ambulantes de investigación de la escena del crimen y tienen funcionalidades biomédicas.