¿Conectarse o desconectarse de la energía?
El problema energético es que todos usamos energía, pero nadie quiere convivir con las fuentes que generan energías.
Es difícil imaginar que hace 200 años el mundo funcionaba sin electricidad. ¿Qué sucedería hoy, si tan sólo por una semana, nos quedáramos bruscamente sin esta energía? Sería un caos global. Nos guste o no, debemos reconocer que la electricidad es el motor de la vida moderna.
El problema energético es que todos usamos energía, pero nadie quiere convivir con las fuentes que generan energías. Es lo que ocurre también, con las cárceles, todos quieren que se construyan todas las cárceles que se necesitan para la real rehabilitación, pero nadie las quiere cerca de uno. Es nuestra inconsecuencia, y egoísmo. Ya que cualquiera sea la fuente de generación y uso de energía, siempre lleva potencialmente asociado algún tipo de impacto ambiental. La preocupación mundial por la preservación y cuidado del medio ambiente ha dado origen a una nueva visión: generar energía más limpia y propiciar un uso eficiente de ella sin perjudicar el desarrollo de la sociedad.
Nuestra calidad de vida trae consigo el tema energético, por lo cual debemos informarnos y no sólo dejarnos llevar por la opinión pública que no siempre es opinión del público, sino de intereses ideológicos o particulares que buscan intervenir en la sociedad. Necesitamos una mayor educación a nivel escolar y general del tema energético. Si consumimos energía debemos saber de dónde salen y las consecuencia que ellas generan. No podemos descomprometernos con la naturaleza, ni con el medio ambiente.
Debemos reconocer cada vez que encendemos un aparato eléctrico o cargamos el celular, el largo y complejo proceso que experimenta la energía para llegar a ser electricidad en nuestros hogares y alumbrado público. Debemos saber los pro y los contra, de algo que utilizo para así ser consciente de su uso. Sólo así se generará la verdadera cultura ecológica y ambientalista, que no es negarse a todo, sino usar eficientemente la energía sin desperdiciarla. Pudiendo llegar así, a realizar las mismas actividades, pero con un mínimo de consumo.
Algunas recomendaciones en esta cultura de la eficiencia energética que nos pueden ayudar serán aprovechar la luz natural, utilizar ampolletas de bajo consumo, apagar la luz cuando no se necesitan, cuando se compran artefactos eléctricos comprar los que tienen el sello energético con la letra "A", usar la carga completa de la lavadora, aprovechar el sol para secar la ropa cuando se pueda. Antes de conectarse o desconectarse de la energía eléctrica, debemos saber qué es la energía, así decidiremos y protegeremos lo que es nuestro.
