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Teoría y práctica

El Servel ha aducido su falta de herramientas para poder controlar y fiscalizar la veracidad de estas firmas, pero ya el gobierno ha tomado apunte de aquello.

"Lo que no se hace por devoción se hace por obligación". ¿Llegará para estas votaciones la hora de la devoción?

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"Un día la teoría se fue a bañar y se ahogó por falta de práctica". Recuerdo esa paremia, por lo que sucedió el domingo 17, el día de las elecciones. Es un escándalo que de 13 millones de chilenos, habilitados para votar, lo hagan sólo 6.200.000 de personas, menos de la mitad. Efectos del voto voluntario. Este efecto del voto voluntario ¿responde a la eliminación de la enseñanza de la educación cívica, que antes nos enseñaban en el nivel secundario? Allí aprendimos desde pequeños que debíamos cumplir esta exigencia constitucional, cada vez que eligiéramos autoridades presidenciales, parlamentarias, comunales y ahora se agregó regionales. La Constitución señalaba entre muchas excepciones, dos que tenían vital importancia: enfermedad o lejanía del lugar de votación.

El día 17 fui a votar. Allí vi personas discapacitadas, ancianos con edades diversas, haciendo filas para sufragar, con muletas, con sillas de rueda, etc. Cuando regresé a mi casa vi en televisión a periodistas, entrevistando a personas en las playas. Entre ellas, la playa de Antofagasta, llenas de bañistas. Las respuestas que dieron a los periodistas sobre la hora en que irían a votar, no fueron para sacar risa, sino por el contrario para sacar rabia. "No voy a votar ¿Para qué, si de todas maneras tengo que trabajar…?"

Son personas que no dan tema, ni siquiera para intercambiar algunas palabras. Incluso, una mujer que se identificó como arquitecta, protestó porque la habían obligado a ser vocal. En mis años jóvenes, ese trabajo lo hacíamos gratis, ahora lo pagan. Cuando esta ley de inscripción inmediata y de votación obligatoria fue promulgada me acordé de mi profesor de matemática de mis estudios de humanidades en el Colegio Seminario, don José Kuapil, de nacionalidad checoslovaca, sorprendido nos decía ¿Por qué tanta obligatoriedad en Chile? En mi país no es así. Se refería, entonces, a la ley del servicio militar obligatorio y a la educación primaria obligatoria. Ahora se estaba agregando la votación para elegir autoridades públicas. Le contestábamos que éramos un país nuevo. Ya llegará el momento de sacarle la obligatoriedad militar y escolar. Al final, concluíamos con otra paremia: "Lo que no se hace por devoción se hace por obligación". ¿Llegará para estas votaciones la hora de la devoción? Creo que no. Habrá que revisar la ley para seguir obligando. Ya llegará el momento para sacarle esa exigencia.