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CHV alista una teleserie sobre la doble vida de una mujerEl elenco

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Ayer se cumplió una semana desde que el director Vicente Sabatini dio el "vamos" al inicio de las grabaciones de la nueva teleserie de Chilevisión, cuyo estreno está programado para el primer semestre de 2014.

El guión escrito por Víctor Carrasco se está trabajando con el título "La doble vida de Carolina Salazar". Sin embargo, fuentes al interior de la estación indican que, por ser muy largo, es posible que la producción vea la luz con otro nombre.

Según adelantó "Emol", la teleserie cuenta la historia de Carolina (Francisca Lewin), una joven oriunda de Puente Alto que con mucho esfuerzo logró estudiar ingeniería comercial en la universidad y convertirse así en la primera profesional de su familia.

Tras terminar su carrera comienza a buscar trabajo y es entonces que arriba a una prestigiosa boutique de la capital, donde sin proponérselo conoce a la dueña, Sofía Parker (Claudia Di Girolamo), quien la confunde con la hija de una antigua amiga, debido a que tienen el mismo nombre.

Convencida de que es la Carolina Salazar que ella cree, Parker le ofrece trabajo, un sueldo millonario y la pone a cargo de la difusión de su tienda, que es considerada la más importante del país.

A partir de esta confusión se comienza a desarrollar la trama en la que el rol de Lewin vivirá una doble vida que desatará un triángulo amoroso, pues en Puente Alto tiene a su pololo de siempre (interpretado por Eduardo Pacheco) y en la boutique comienza a involucrarse con el hijo de Sofía, encarnado por Pablo Cerda.

"La doble vida de Carolina Salazar" inició su rodaje el 25 de noviembre en los estudios que CHV tiene en Macul. Ahí se instaló la escenografía de la tienda, la casa de Carolina y una discotheque en la que transcurren varios hechos importantes de la historia.

Claudia Di Girolamo y Pablo Cerda lideran el elenco de la nueva teleserie de Chilevisión. En ella participará un equipo de 30 actores, entre los que hay rostros nuevos. La producción tiene como ingredientes centrales la comedia, el romance, la tensión y los conflictos.

"Mi propósito es un mensaje social que juega con lo político"

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Stefan Kramer carga en su espalda con el título de haber realizado la película más vista en la historia del cine chileno, luego que el año pasado su ópera prima atrajera a las salas de cine más de dos millones de personas. Una cifra que no le quita el sueño al imitador, a días del estreno de su nueva entrega: "El ciudadano Kramer".

"Todos esperamos que nos vaya súper bien, pero también somos realistas al pensar que lo anterior fue demasiado bueno en cuanto a la taquilla. Entonces veremos qué pasa y cómo el público recibe la película", comenta el cómico, cuya cinta llega este jueves a todo Chile, agregando que "ojalá alcancemos hartos espectadores para que podamos tener esa retribución económica que nos permita hacer otra película. Eso finalmente es lo que queremos".

Sin embargo, cree que en este momento "todo depende de la vida", pues "uno ya entregó, hizo lo mejor que pudo y junto con Fox y el equipo estamos promocionándola con orgullo, porque mojamos la camiseta".

Todo el equipo de productores, el director de arte, las más de 90 personas que trabajaron en los 15 sets que se construyeron, los maquilladores, los extras, la distribuidora de 20th Century Fox y por supuesto Stefan Kramer, entre otros, no tuvieron una tarea fácil para armar esta cinta. ¿La razón? Solo se hizo en tres meses, pues el objetivo era estrenarla este año justo en período electoral.

El filme aborda la historia del imitador pensando cómo hacer un show que reemplace el anterior. De repente se le ocurre utilizar la contingencia política, y realizar un espectáculo en que él es el candidato de la gente. En medio de todo esto, Rodrigo Hinzpeter llega del futuro convertido en un cyborg para advertirles a Carlos Larraín y Camilo Escalona que el cómico se ha convertido en el Presidente, lo que preocupa a los líderes porque significa el deterioro de la estabilidad política que tanto les ha costado conseguir, por lo que deciden sacar en tiempo récord una ley que prohíba imitaciones en periodo electoral, justo cuando está por estrenar.

Entonces, por recomendación de MEO, decide juntar firmas para presentarse a Presidente, como una forma de presentar su show. El problema es que Kramer es un egocéntrico centrado solamente en sacar adelante su espectáculo, por lo que no logra conectar con la gente y eso hace que hasta llegue a mentir para conseguir su objetivo.

"En esta película mi propósito es un mensaje social que juega con lo político. Tiene que ver con involucrarse más en la sociedad, de no estar siempre tan preocupado del individualismo y del propio éxito, de ser solidario", explica el humorista que ya había dado ejemplos de este compromiso cuando realizó motu proprio el video "A votar!", previo a las primarias.

"Quedé contento porque también es una crítica a uno mismo, porque como estamos en período electoral y social es necesario pensar en comunidad. Y esa fue la razón para querer hacer esto", afirma.

A medida que avanza la historia aparecen diversos personajes que van desde los conocidos Arturo Longton y Miguel "Negro" Piñera -que además hacen un cameo en la película, así como algunos nuevos como Matías del Río e Iván Fuentes. En total fueron 25 personajes realizados por el imitador, cuyo maquillaje implicaba en promedio 3 horas, llegando a seis en los más difíciles de caracterizar como Mario Kreutzberger y Carlos Larraín, lo que implicó que Stefan Kramer durmiera muy poco durante el rodaje.

"Me acostumbré a dormir muy pocas horas, porque además tenía que llegar a la casa a preparar el día siguiente o al personaje de la semana próxima para así no hacer esperar a las personas en el set y seguir con los ritmo de grabación. Efectivamente fue un proceso agotador, pero creo que el ser humano es de costumbre, aunque cuando sonaba la alarma a las 4.30 o 5 horas no quería más o estar sentado cinco o seis horas tampoco", reconoce.

A pesar de ello, el trabajo de caracterización fue increíble y es una de las cosas que destaca de la producción del filme, a lo que se suma el gran trabajo que realizaron todos los involucrados. "Estoy contento porque creo que progresamos con respecto a la primera en todo sentido: guión, personajes, interpretación, historia, look y producción", dice Stefan Kramer, aunque advierte que no está "conforme", porque si "uno estuviese conforme mejor se retira. Siempre quedan cosas por seguir aprendiendo y mejorando", sobre todo porque ya tiene en la mira una tercera entrega cinematográfica.