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Regantes del río Ñuble temen por sus cultivos ante falta de lluvias en verano

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Daniela Méndez Aedo

Ante la sorpresiva situación que experimentaron los agricultores regantes del Laja-Diguillín, en Ñuble y la provincia del Bío Bío, donde existió la prohibición del uso de las aguas del río Laja, los productores agrícolas de las comunas que están ubicadas más al norte de la provincia, temen por encontrarse en una situación similar ya que, de acuerdo a sus declaraciones, habría una notoria disminución del caudal del río Ñuble, lo que ha imposibilitado que miles de hectáreas cultivadas estén con riego.

Los agricultores acusan, principalmente, que la falta de lluvias durante esta temporada, es el responsable de que el caudal se encuentre tan bajo, considerando que, durante años anteriores, el nivel de las aguas que se observa hoy, era un fenómeno que se podía apreciar recién en marzo.

Margarita Letelier, agricultora y dirigenta de la Junta de Vigilancia del río Ñuble, comentó que "el tema del agua nos está golpeando muy fuerte este año, están haciendo demasiados estudios y dilatación de los proyectos, y ahora se vino esto. El año pasado anunciamos sequía, porque no había nieve, y tuvimos la suerte de que cayeron lluvias, pero en este momento llevamos dos meses sin lluvias, nunca había visto eso, porque era esperable un par de lluvias, y por ende el río Ñuble está bajando su caudal enormemente", y agregó que "estamos impactados con los del Laja-Diguillín".

Tan grave es el problema de las aguas, que Andrés Rueda, agricultor de San Carlos, explicó que en el sector nororiente de la comuna, caracterizado por poseer cultivos de arroz y maíz, "ya hay pérdidas de un 20 a un 30% en cultivos de este tipo, y personalmente tenemos 20 hectáreas de arroz secas, sin posibilidad de recuperación, y estamos recién en enero y de acuerdo a los cultivos hay que regar hasta el 15 de enero, y si el clima sigue así, los cultivos estarían perdidos, que son entre mil y 1.200 (hectáreas) de arroz y 1.500 de maíz, son productores pequeños, de Indap. Además, el tranque de Ligua está con un 42% de su capacidad, cosa que no había pasado nunca, y lo peor es que no tiene una recuperación", dijo.

Una de las causas a las que apelan los agricultores de Ñuble, es la importancia de obtener lo antes posible el Embalse Punilla. Si bien las lluvias significarían una suerte de lotería para los productores, están conscientes de que, debido al cambio climático, no pueden seguir esperando por un milagro.

Raúl Romero, presidente de los agricultores de San Carlos, manifestó que "las necesidades hacen que la gente se siga jugando la lotería con la agricultura, y la mayoría de los cultivos que realizamos están basados en la idea de que hace muchos años cae una lluvia salvadora, que rescate la temporada, pero ya llevamos dos meses sin lluvia y no se ve un buen futuro".

Además, Romero destacó que "ya no podemos seguir esperando", puesto que "necesitamos el embalse y esperamos que tenga una buena administración, para que no nos pase lo que le está pasando a los regantes del Laja-Diguillín, y a los de Los Ángeles, y ojalá no se vuelva a repetir".

Margarita Letelier se sumó a los dichos de Romero, y sentenció que "lo que necesitamos nosotros, en el corto plazo, es lluvias, pero las soluciones deben ser a largo plazo, y necesitamos un embalse, porque desgraciadamente la agricultura es una actividad que se proyecta y se realiza en el largo plazo, no podemos estar dilatando el inicio de esta construcción, debe hacerse el próximo año sí o sí. Nosotros como Junta de Vigilancia sí pensamos que esto iba a pasar (escasez hídrica), pero nuestras autoridades no".

El presidente de los agricultores de Ñuble, Alfredo Wahling, se refirió a lo recientemente acontecido con agricultores regantes de cinco comunas de Ñuble que utilizan las aguas provenientes del lago Laja, y manifestó que es primordial realizar modificaciones al acuerdo pactado el año 1958 entre la empresa Endesa y la Dirección de Obras Hidráulicas, que permite la utilización de los recursos hídricos a la empresa española.

En este sentido, Wahling hizo hincapié en que las obras de riego y generadoras de energía deben cumplir ambas funciones de igual manera, por lo que "el Embalse Punilla vendría a rescatar no sólo la energía eléctrica, sino que también la agricultura, porque no podemos seguir haciendo termoeléctricas, que son contaminantes y que son aprobadas de forma más rápida que aquellos proyectos que son de energías renovables". El dirigente agregó que "nosotros no debemos olvidar que Chile tiene la energía más cara de Sudamérica y del OCDE, porque si nos comparamos con Perú, la energía eléctrica nos cuesta el doble que en otros países".

"Lo que necesitamos nosotros, en el corto plazo, es lluvias, pero las soluciones deben ser a largo plazo, y necesitamos un embalse".

Margarita Letelier

Dirigenta regantes de Ñuble

El cambio climático es una de las causas que ha desencadenado la falta de agua para riego en Ñuble, donde incluso es posible encontrar cultivos de uvas.

La falta de precipitaciones ha hecho que el caudal de ríos, como el Ñuble, muestren una baja considerable comparada con años anteriores.

La poca preoupación, a juicio de los regantes, por parte de las autoridades, provocó que situaciones predecibles sean discutidas recién en esta temporada