Gianina Zúñiga Torres

"Lo que más nos interesa a nosotros como familia es que todos quienes conocieron a mi hermano no lo recuerden con tristeza, sino que se acuerden con una sonrisa en la cara como a él le hubiese gustado". Así es como José Miguel Ibarra Roselló pidió que recuerden a su hermano.

Francisco Ibarra Roselló (24), más conocido como el "Kinki", falleció el fin de semana pasado cuando camino a su trabajo, en la discoteque Tacubas de Villa Alegre, un vehículo embistió la moto que manejaba el joven, lo que provocó que falleciera de forma instantánea en el lugar.

El "Kinki", era el segundo de cuatro hermanos, hijo de Marcelina Rosselló y de Germán Ibarra. Actualmente cursaba quinto año de la carrera de fonoaudiología, en la Universidad del Bio Bio, sede Chillán.

Su etapa estudiantil la vivió en dos colegios de la zona, primero hasta sexto básico en la Escuela 10 José María Caro Rodríguez, para luego trasladarse al Colegio San Vicente en donde terminó su Enseñanza Media.

En sus ratos libres compartía con el grupo de guías y Scout San Vicente de Chillán, además se desempeñaba como mimo, actividad en la que trabajaba los fines de semana.

Francisco compartía su pasión de mimo con su hermano José Miguel. "Trabajábamos juntos. Lo que siempre hacíamos era que sí alguien quería aprender este arte, nosotros siempre estábamos dispuestos a ayudar, por ejemplo si alguien nos pedía algo lo ayudábamos en todo lo que fuera necesario".

"De hecho, él igual trabajaba de mimo en la discoteque Tacubas de Villa Alegre. Era muy conocido, aparte de acá en Chillán también en la provincia de Linares, en Talca, en San Javier, Villa Alegre, en general en toda la zona de la región del Maule", contó su hermano.

Además, José Miguel, al hablar de Francisco, indicó que "él era genial porque fue bueno, siempre estábamos a la par en todo. Aparte de hermano también era mi amigo".

Cristóbal Espinoza Muñoz era el mejor amigo de Francisco Ibarra, y al respecto manifestó: "nosotros cuando supimos la noticia no lo podíamos creer, no asimilábamos lo que estaba sucediendo. Ahora de a poco estamos más tranquilos y hemos afrontado la situación".

"Él era mi mejor amigo, yo pasaba todos los días con él, por eso lo voy a recordar con alegría y cuando hable de él se me va a inflar el pecho porque era una muy buena persona", contó con ojos llorosos Cristóbal.

Sus más cercanos contaron que el Kinki, entre el grupo de amigos, era el que se destacaba porque hacía reír, escuchaba y acompañaba siempre, lo calificaron como una excelente persona.

De esta forma, su mejor amigo, Cristóbal Espinoza Muñoz, rememoró que "el kinki" tenía muchas anécdotas porque a veces hablaba y no se fijaba bien. Por ejemplo, decía vamos "a poner las cartas sobre las 'i