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Aseguran que el "Beethoven" japonés tampoco es sordo

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El músico supuestamente sordo Mamoru Samuragochi, conocido como "el Beethoven japonés", fue acusado ayer de no tener problemas de audición, un día después de conocerse que no es el verdadero autor de muchas de sus obras.

En una masiva conferencia de prensa, Takashi Niigaki, un músico que asegura haber compuesto desde hace 18 años piezas para Samuragochi -que éste hizo pasar por suyas-, dijo no haber tenido ni una sola vez "la impresión de que (él) tuviera problemas para oír", en declaraciones recogidas por la emisora pública japonesa, la NHK. "Había veces que escuchaba la música y daba sus impresiones", explicó Niigaki, profesor de Música en la prestigiosa Toho Gakuen.

El abogado de Samuragochi aseguró a la cadena pública nipona que su defendido tiene un certificado de discapacidad auditiva.

Niigaki pidió perdón públicamente por participar en lo que calificó de fraude y señaló que en los últimos 18 años recibió 7 millones de yenes (poco más de $ 38 millones) para componer más de 20 piezas que el "Beethoven japonés" publicó como suyas.

Las declaraciones de Niigaki añadieron polémica a una noticia que ha causado impacto en Japón. Samuragochi, de 50 años y quien ha firmado composiciones como "Hiroshima" o bandas sonoras para videojuegos como "Resident evil", reconoció el miércoles que en realidad muchas de sus piezas fueron compuestas por otro músico, al que nunca se dio ningún crédito.

Tras conocerse el fraude, la distribuidora Nippon Columbia decidió suspender las ventas y difusión de sus CDs tanto en tiendas como en internet, además de cancelar todos sus conciertos.

Según su biografía oficial, Samuragochi es hijo de supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima y una enfermedad degenerativa lo dejó completamente sordo a los 35 años.

La noticia sorprendió al patinador japonés Daisuke Takahashi, que incluyó "Sonata para violín", de Samuragochi, en su programa para los Juegos Olímpicos de Sochi, que se inauguran hoy. Su agente reveló que el deportista no va sustituir la composición por falta de tiempo.

El festival de Berlín incluye un homenaje a Seymour Hoffman

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Los organizadores del festival de cine de Berlín, conocido como la Berlinale y que ayer fue inaugurado ayer con el estreno de "The Grand Budapest Hotel", decidieron incluir tres homenajes póstumos: al actor estadounidense Philip Seymour Hoffman, al intérprete austríaco Maximilian Schell y al director húngaro Miklos Jancsó. Los tres fallecieron en los últimos días.

El festival de cine proyectará en una gala especial el filme "Capote", estrenado en la sección oficial de la Berlinale en 2006 y uno de los papeles más recordados de Hoffman, quien fue hallado muerto el pasado domingo.

El actor estadounidense intervino en otras tres películas que compitieron en el festival: en 2003, en el elenco de "25 Hours" (La última noche), de Spike Lee, mientras que en 2000 lo hizo por partida doble, con "The Talented Mr. Ripley" (El talento de Mr. Ripley), de Anthony Minghella, y en "Magnolia", de Paul Thomas Anderson, ganadora del Oso de Oro ese año.

La dirección de la Berlinale decidió proyectar, en una gala especial el próximo día 9, la película "Mi hermana María", en memoria de Schell, quien murió el pasado sábado a los 83 años.

El festival recordó, en un comunicado, que Schell estuvo en 1984 la sección oficial, en ese caso como director del documental "Marlene", mientras que en 1998 regresó como intérprete de "Left Luggage", de Jeroen Krabbé.

En el capítulo de homenajes póstumos también fue incluido el veterano director húngaro Jancsó, fallecido el pasado 31 de enero con 92 años.

El realizador estuvo presente en el programa del festival en varias ocasiones, tanto en la sección oficial de 1986, con "L'aube", como a exhibición en Forum, Panorama y Retrospectiva de otras ediciones posteriores.

La inauguración del festival tuvo ayer uno de sus comienzos más potentes de los últimos años gracias a la película de Wes Anderson, protagonizada por Ralph Fiennes.