Caen violentos asaltantes que dejaron herida a una estudiante
Gabriel Muñoz
Dos peligrosos sujetos fueron detenidos por su presunta participación en dos asaltos a mujeres en el sector de Quilamapu de Chillán, dejando en uno de ellos a una persona con graves heridas provocadas con un cuchillo.
El grupo tenía una particular forma de operar que llamó la atención de los policías ya que una vez concretados los atracos, huían en una motocicleta, modus operandi similar al de delincuentes argentinos conocidos como "motochorros".
Los implicados son un menor de 15 años identificado como J.R.A.M con residencia en la población Luis Cruz Martínez de Chillán y Rodrigo Alejandro Moreno Hernández, de 23 años, de Santiago, quienes durante la jornada de ayer fueron formalizados por los delitos de robo con violencia y robo calificado.
El asalto más grave se registró el 14 de febrero cerca de las 18.30 horas en la calle Paul Harris al llegar al Trigal.
En ese lugar ambos interceptaron a una estudiante de 23 años con la finalidad de robarle su cartera.
Sin embargo, ante la resistencia de la joven, procedieron a apuñalarla, para posteriormente huir del lugar, hecho que fue ratificado por el jefe de la Brigada de Robos (Biro) de la PDI, Jorge Aguillón.
"Los dos individuos en el sector de Quilamapu llegaron y se acercaron a una mujer que se desplazaba por el lugar, tomándola, uno de ellos por el cuello, mientras que el otro sujeto trató de arrebatarle su cartera, sin embargo al ver que ella no la soltaba, uno de los sujetos le propinó diversas puñaladas, tanto en el brazo izquierdo como en el pulmón, para luego darse a la fuga en la motocicleta".
Aguillón también dijo que si bien habitualmente tiene casos de robos con intimidación, este marcó una diferencia debido a la extrema violencia con que actuaron los detenidos, pese a que su víctima era una mujer.
Durante la audiencia de formalización realizada ayer se decretó un plazo de investigación de tres meses y la internación del menor, en el Centro de Internación Provisoria de Coronel.
En el caso de Rodrigo Moreno, este fue trasladado hasta el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Chillán por ser un peligro para la sociedad de acuerdo al tribunal de garantía chillanejo.
En la audiencia, el fiscal Juan Rohr, relató que el primer asalto realizado por los dos imputados se produjo el 10 de febrero de 2014, cerca de las 18.00 horas en el sector de la avenida Paul Harris, momento en que ambos imputados que se desplazaban en una motocicleta abordaron a una asesora del hogar, procediendo a bajarse de ésta y a tomarla por el cuello, intimidándola con un cuchillo y además a asfixiarla.
El fiscal agregó que luego le robaron diversas especies que llevaba en su cartera, entre ellas una cámara fotográfica, dinero en efectivo y un pendrive, para posteriormente darse a la fuga, delito calificado como robo con violencia en grado de consumado.
Mientras que el segundo hecho se produjo sólo cuatro días después en la calle Paul Harris cerca de las 18.30 horas, cuando una estudiante de 23 años fue abordada por ambos sujetos a bordo de una motocicleta, que intentaron arrebatarle su cartera.
Sin embargo, la mujer opuso resistencia, por lo que los imputados procedieron a amenazarla con un arma blanca y posteriormente le propinaron puñaladas y cortes en diversas partes del cuerpo, ocasionándole una herida penetrante en el tórax, una herida complicada en la mano izquierda y una lesión en el tendón del pulgar. solo luego de este ataque, pudieron llevarse las pertenencias de su víctima.
Afortunadamente, a pesar de las graves lesiones, desde el Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán informaron que la víctima se encuentra estable con diversas lesiones en sus extremidades.
Juan Rohr, explicó que el actuar en pandillas, ya sea en grupos de dos o más personas es una agravante, por lo que la reclusión de las dos personas era lo más indicado, teniendo en cuenta la gravedad de las lesiones de la afectada, quién podría quedar con secuelas permanentes, por lo que las penas que arriesgan deberían ser altas.
"En el caso del menor las penas deberían estar alrededor de los 5 años y un día en cada uno de los ilícitos, en este caso de un régimen cerrado, mientras que el adulto las penas son mucho más altas, deberíamos pensar que el robo con violencia calificado tendría una pena que partiría en un piso de 10 años y un día y podría llegar hasta el presidio perpetuo calificado, y en el caso del otro robo simple tendríamos un lapso de pena de 5 años y un día hasta los 20 años", dijo el fiscal.
El investigador agregó que si bien el hecho de que uno de ellos sea menor de edad lo favorecería al momento de tener una condena, pero espera que no existan atenuantes, teniendo en cuenta la gravedad de los hechos y el actuar a la luz del día en pandillas, que a su juicio, hablan sor si solas.
EL fiscal además agregó que el hecho de que actúen en motocicletas es un hecho inédito, del cual no conocía antecedentes.
"No conozco otros antecedentes en relación a eso, pero también demuestra la profesionalización de la delincuencia, que ya cuentan con medios de locomoción rápidos para abordar a las personas en la vía pública y escapar con prontitud, situación que nos preocupa. Por ello, también el juez accedió en el día de ayer a incautar la motocicleta", expresó Rohr.
En tanto que la defensa se opuso a la reclusión, principalmente porque ambos no tenían antecedentes penales . Momentos previos a la formalización, familiares del menor le habrían señalado que J.R.A.M tendría un retraso mental, sin embargo, el argumento no fue considerado ya que no se presentaron antecedentes al respecto.
Una de las pruebas claves y que delató a los anti sociales, fue una tarjeta bancaria a nombre de Rodrigo Moreno que se encontró en el lugar del segundo asalto.
Además, junto con ello, también el sujeto perdió un pendrive que habrían sustraído a la asesora del hogar y que quedó en el lugar.
Gracias a ello los detectives pudieron dar con el paradero de los dos implicados, mientras estaban en la casa del menor de edad. Ambos fueron reconocidos mediante fotografías por las dos víctimas. En la vivienda también se ubicó la motocicleta utilizada para los asaltos y ropa que aún tenían manchas de sangre.
"Demuestra la profesionalización de la delincuencia, que ya cuentan con medios de locomoción rápidos para abordar a las personas en la vía pública y escapar con prontitud".
Juan Rohr
Piscal