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El terrible escenario que miles de chillanejos observaron el 27/F

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Daniela Méndez Aedo

Hay quienes consideran que un terremoto tiene poco o nada de bueno, y hay quienes destacan los aspectos positivos de un desastre natural como éste, ya sea por el progreso y modernidad que trae a las ciudades, o bien, para darse cuenta de la solidaridad y la unión que se forma entre las comunidades.

En el caso del terremoto del 27 de febrero de 2010, que afectó gravemente a la ciudad de Chillán, las construcciones que se vieron más afectadas corresponden a casas de adobe, iglesias antiguas, y estructuras de almacenamiento.

Según comentó el arquitecto de la Municipalidad de Chillán, Domingo Silva, "notamos de inmediato los daños que causó a la infraestructura el terremoto, y a partir del día domingo comenzamos a hacer las evaluaciones en diferentes sectores de la comuna. A mí en específico me tocó hacer una evaluación de los edificios de altura, porque hicimos varios grupos de profesionales que recorríamos todo Chillán".

En el recorrido que hizo por la ciudad, uno de las estructuras que más le impresionó a Silva, fue el terrible estado en que estaba uno de los íconos más característicos de Chillán: la Catedral.

"Me sorprendió y emocionó ver la cruz de la Catedral destrozada, y también la Catedral misma. Me causó un impacto en lo profesional, porque es una construcción de orden patrimonial en la ciudad, porque sería una lástima perder una estructura así por este tipo de cosas, y lo que también me pareció muy impresionante fue ver la cantidad de viviendas dañadas", dijo Silva.

Pero lo que más le llamó la atención, y de forma positiva, fue el escaso daño que sufrieron los edificios más antiguos de la ciudad. "En cuanto a lo positivo, me llamó mucho la atención que los edificios antiguos no hubieran tenido prácticamente ningún daño, como la Municipalidad, la Gobernación, que son antiquísimos, post terremoto del año 39 y que no sufrieron ningún daño", comentó el arquitecto.

Si bien algunas edificaciones quedaron inhabitables hasta el día de hoy, Silva recordó que "las casas o edificios podían tener grietas en algunos muros, pero también habían otros casos, como las viviendas de adobe, y en los edificios habían casos donde se habían caído muros interiores, independientes de la estructura, sino que eran tabiques interiores pero no eran estructurales, y al reparar esos muros o tabiques la casa o edificio podía ser habitado nuevamente".

"Chillán es una ciudad muy especial en cuanto a su arquitectura. Escuché hace varios años atrás a un pintor que vive en Alemania, que decía que Chillán tenía muchas más edificaciones modernas, de la época del movimiento modernista, y las hay más de las que pueden existir en Alemania, que fue donde surgió este movimiento. Es un valor patrimonial que hay que tratar de cuidarlo", manifestó Silva.