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Justicia prioriza la defensa de menores

Ministro José Antonio Gómez definió en la protección de los derechos de la infancia uno de los ejes prioritarios de su gestión, ante la Cámara de Diputados.

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El ministro de Justicia, José Antonio Gómez, sostuvo esta semana una reunión con la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, que preside el diputado DC Ricardo Rincón, en la cual delineó parte de los programas esenciales que abordará su cartera entre las iniciativas más urgentes contempladas en el programa de la Presidenta Michelle Bachelet.

La sesión entregó detalles importantes acerca del rol que asumirá esta secretaría de Estado, esencialmente a nivel país. Ello, porque no se tocó en la ocasión la crisis que mantiene el sistema carcelario, ni tampoco los proyectos pendientes sobre la construcción de nuevos recintos penales, como el que desde hace casi una década se evalúa edificar en la Región Bío Bío Cordillera. Como se recordará, en la pasada administración de Michelle Bachelet, la posibilidad de construir un recinto penal en Ñuble fue una realidad que nunca llegó a concretarse por la dificultad para encontrar terrenos idóneos y por la fuerte oposición vecinal. Durante el gobierno del Presidente Piñera también hubo intención de avanzar en el tema e incluso fue el ministerio de Justicia el que elaboró una propuesta de cárcel Modelo para la zona, la que chocó con las mismas problemáticas.

El ministro Gómez no abordó el tema con los diputados, sin embargo en materia de Seguridad Ciudadana, aclaró que no continuarán con el proyecto de reforma al Código Penal presentado el 10 de Marzo pasado por la administración Piñera.

Por el contrario, Gómez enfatizó que las prioridades de su gestión estarán más centradas en modificaciones a la Ley de Divorcio, a la Corporación de Asistencia Judicial, las normas relativas a los notarios, fortalecimiento al Ministerio Público, matrimonio igualitario, y cambios a la institucionalidad relacionada con la infancia. En ese sentido, un aspecto deficitario de nuestra actual legislación lo constituye efectivamente la necesidad de una ley de protección a la infancia, que establezca la figura de un defensor de los derechos del niño, antes las evidentes dificultades que enfrenta el Sename para cumplir con dicho rol.

Por una sociedad inclusiva

No se tocó en la ocasión la crisis que mantiene el sistema carcelario, ni tampoco los proyectos pendientes sobre la construcción de nuevos recintos penales.

La homofobia es un elemento maligno proveniente del sector oscuro e intolerante de nuestra sociedad.

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La puerta del ascensor se abrió y entramos unos cuantos que estábamos esperando para bajar. En el fondo del cubículo bajaba un hombre joven, casi lampiño e impecablemente vestido. Detrás de nosotros entró una señora regordeta, acompañada de un hombre mayor, colorado, que le daba órdenes con un enorme vozarrón. Nada más entrar, éste último tomó del brazo a su mujer y la hizo retroceder, saliendo del ascensor, mientras decía en voz aún más alta". No entres ahí, mira que va un marica sidoso y nos podemos contagiar. Me cargan los maricones", gritó con voz insolente.

El joven dio un par de pasos, sujetó la puerta del ascensor y le contestó, también con vehemencia: "A mí me indignan la ignorancia y la prepotencia. Y por sobre todo, me cargan los homófobos".

Tras la sorpresa que nos produjo el incidente, con mi esposa nos solidarizamos con el joven. Y lo hicimos porque no podemos consentir una homofobia tan grosera, tan prepotente, y por sobre todo, tan ignorante.

Grosera, porque no se puede andar gritando con voz tan estentórea en el pasillo de un edificio, sin respeto por los demás y tratando de ofender a una persona que no le había hecho nada, por lo menos, delante nuestro.

Prepotente, porque sin atender a la figura de su propia esposa, a quien sacó a la fuerza, se puso a decir cosas que pertenecen a la privacidad de alguien o que sólo a él le parecían interesantes. E ignorante, porque para hablar del Sida y de la posibilidad de contagio, hay que hacerlo con un mínimo de conocimiento, ya que no se produce tal contagio por la mera proximidad a alguien que lo padezca.

La escena descrita se produjo hace poco en un edificio de Santiago. El joven que la protagonizó involuntariamente la describió en las redes sociales y la respuesta fue una enorme ola de solidaridad. Y no es para menos, en los tiempos que corren. La homofobia es un elemento maligno proveniente del sector oscuro e intolerante de nuestra sociedad. De aquel grupo retrógrado que no comprende que la homosexualidad es una opción que estuvo muy reprimida y que recién ahora comienza a salir a la superficie. Ahora, en que el avance de la sociedad se abre paso por entre la igualdad y la no exclusión.

No es posible seguir tolerando tales signos de marginación en momentos en que necesitamos avanzar por el camino del progreso social, sin desviaciones oscurantistas y excluyentes. Tenemos en las salas del Congreso Nacional una Ley de Acuerdo de Vida en Pareja, que reconoce el derecho de cada cual a decidir la forma de vivir y con quién hacerlo. Y eso significa que estamos dando un paso importante en el respeto mutuo dentro de una sociedad inclusiva, que necesita de todos para seguir creciendo como nación fuerte y moderna.

Periodista.