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Renuncias y despidos

La precariedad laboral de funcionarios públicos a honorarios o contrata muestra la necesidad que existe de perfeccionar un sistema que hoy no ofrece estabilidad.

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Parlamentarios de la Alianza han hecho saber su inquietud respecto a eventuales "despidos masivos", cuando recién comienza a instalarse el nuevo gobierno que encabeza la Presidenta Michelle Bachelet.

El diputado UDI Gustavo Hazbún declaró que "nos parece gravísimo que exista una actitud revanchista", mientras que el diputado RN, José Manuel Edwards, tildó de razzia el proceso de desvinculación de personal. Fue la Presidenta quien, consultada frente a esta denuncia de despidos masivos, dijo que "durante el Gobierno anterior hubo 11 mil o 12 mil personas exoneradas, ¿se refiere a eso?" Posteriormente precisó que "lo que es nosotros, acabamos de llegar al Gobierno, y lo que le hemos pedido a los ministros es que todos aquellos cargos de confianza -y por lo demás lo acordamos con el Presidente Piñera-, como se hace en todos los Gobiernos, renuncian el 10 de marzo".

Estos antecedentes dan cuenta de una dinámica que ocurre comúnmente con cada cambio de administración en el país, pero que en el caso de la llegada de la Alianza al Gobierno, hace cuatro años, mostró un matiz distinto debido al diametral giro en el mando del país, donde las modificaciones en los cargos de confianza serían mayores a los que se dieron durante las transiciones ocurridas en los 20 años en que la Concertación estuvo en La Moneda.

También ha llamado la atención el doble estándar de la Anef, cuyo presidente, Raúl de la Puente, cuestionó ayer las denuncias por despidos, calificándolas como "una campaña política". En mayo de 2010, el mismo dirigente denunció que "más de mil funcionarios del sector, que estaban a contrata u honorarios y no eran de confianza política, han sido finiquitados por el nuevo gobierno de Piñera."

Sin entrar en juicios de valor respecto a este tema, cuyos matices varían de administración en administración, los hechos muestran lo necesario que es el fortalecimiento de la función pública, en la que alrededor de un tercio de sus trabajadores son personal de planta. Además, el ex ministro Sergio Bitar planteó la necesidad de perfeccionar y dar estabilidad al Sistema de Alta Administración Pública.

El alto porcentaje de trabajadores a honorario y contrata deja en evidencia una condición laboral precaria e inestable que debe abordarse para entregar mejores garantías a funcionarios que no necesariamente ejercen labores de confianza. Esta tarea puede también evitar discusiones y polémicas que generalmente se dan con cada cambio en los gobiernos.

Universidad de Ñuble

Estos antecedentes dan cuenta de una dinámica que ocurre con cada cambio de administración en el país, pero que en el caso de la Alianza al Gobierno, mostró un matiz distinto.

Entre las primeras 50 medidas de la Presidenta Bachelet, aparece la creación de dos universidades estatales

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Se ha constituido un grupo de jóvenes en nuestra ciudad con la decidida intención de trabajar por la creación de una Universidad para Ñuble, con asiento en Chillán. Es la hora de soñar, precisamente cuando un sueño de casi dos décadas atrás, como fue el proyecto de transformar Ñuble en Región, está a punto de ser realidad. ¿Por qué no podría ser esta utopía hoy, realidad mañana?

Entre las primeras 50 medidas de la Presidenta Bachelet, aparece una muy cercana y que favorece a dos provincias: la creación de dos universidades estatales, una para Rancagua y otra para Aysén. Esa posibilidad inscrita cuando era candidata, comienza a concretarse ahora como Presidenta.

A propósito de esto, nos hemos informado, que Chillán cuenta con una población cercana a los 20.000 estudiantes de enseñanza superior, considerando a los alumnos de la decena de sedes universitarias e Institutos Profesionales y técnicos. Chillán es una ciudad de sedes, a excepción de la Universidad Adventista que tiene aquí su casa matriz, a 12 kilómetros de Chillán.

Chillán, como muchas otras ciudades, capitales de provincia, mejor aún de región, como Concepción, Temuco, Valdivia, etc. Ostentan Universidades con el nombre de la ciudad. Nosotros, que vamos a ser región, también deberíamos tener una universidad con el nombre de nuestra provincia.

Los jóvenes que la impulsan, como Carlos Romo Sanders, Paulo Méndez, Rodrigo Díaz Salazar, Fidel Torres, esperamos que tengan paciencia y sepan tocar las puertas apropiadas para conseguir los apoyos necesarios que una tarea de esta importancia necesita. A este respecto, recuerdo una anécdota: en la década del 50, yo residía en Valdivia.

Allí se generó la idea impulsora de algunos vecinos de crear una sede de la Universidad de Chile para Valdivia. Yo formaba parte de esa comisión. Pero hubo otro grupo de valdivianos más ambicioso, que deseaba crear una universidad con sello propio, presidido por un médico, el Dr. Morales fue el suyo un liderazgo tan potente, que la comisión que yo integraba, debió sumarse al grupo del Dr. Morales. Allí hubo un senador, don Carlos Acharán Arce, quien tomó la bandera de esa iniciativa y después de una lucha tan dinámica, como entusiasta, apareció la Universidad Austral, que hoy es una de las más importantes del país. En el caso nuestro, todo sea por las necesidades surgidas de la próxima Región de Ñuble.

Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.