Desde el mediodía de ayer, el centro de Chillán se convirtió en una verdadera fiesta.

En el Paseo Arauco las cuecas, chinchineros y folclor no pasaron desapercibidos para nadie, pues fue parada obligada hasta para el transeúnte más apurado, quienes se detuvieron a observar los distintos bailes nacionales que ofrecieron hasta el atardecer los grupos folclóricos que visitan la ciudad.

Degustaciones de vinos y licores de las más destacadas viñas de la provincia y del país, fue el deleite para los fanáticos del bebestible que celebra Chillán por quinta vez, después de 57 años de haber perdido la tradición.

Los rincones parrilleros y el gran asado de los ganaderos de San Fabián de Alico fueron el acompañamiento ideal para la copa de vino y el frío que estuvo presente durante toda la tarde de ayer.

La fiesta continúa hoy, y no importa si llueve, porque los viñateros y artesanos sacan cuentan alegres, sobre todo por el recibimiento que han tenido de los cientos de turistas y chillanejos que se han congregado en el centro de la ciudad para celebrar la Fiesta de la Vendimia 2014.