El mal juego que exhibió Ñublense nuevamente como visitante, fue evidente. Tres llegadas de riesgo en todo el partido, una en el complemento y sobre los descuentos, dejan de manifiesto que a este equipo le hace falta una nueva propuesta de juego.

Pero en eso Pablo Abraham no transa, y mantiene su convicción, la que de local le da dividendos, pero fuera de casa el equipo sufre en demasía. Tanto así que en el pasado compromiso, el arquero Lucas Giovini se alzó como la gran figura del encuentro, ya que evitó que el triunfo Puma fuera una goleada de proporciones.

Hoy, restando tres fechas para el final, las matemáticas siguen manteniendo una leve ilusión para alcanzar la postemporada, aunque la victoria de Cobreloa sobre O'Higgins vino como un balde de agua fría. Por delante sólo quedan rivales complicados. El primero será este próximo domingo de local frente a Palestino, equipo que está peleando la parte alta de la tabla.

Pero de local, Ñublense se hace fuerte. Posteriormente visitarán al Everton de Nelson Acosta, equipo que lucha por no descender, y termina en casa ante Colo Colo, elenco que pelea el título del campeonato.

A todas luces, la recta final se pone cuesta arriba para los diablos que aún lamentan la caída en el norte. "Tenemos sentimientos amargos, ya que si bien quizás no pudimos ganar, tratamos de aguantarlo hasta el final y lamentablemente terminamos perdiendo. En el segundo tiempo nos quedamos muy largos entre delanteros y defensas, quedó el equipo muy partido y por ahí pasó el juego que ellos nos ganaron los espacios y nos tomaron la pelota también", confesó Mirko Opazo.

El jugador lamentó las escasas opciones que tuvieron de llegar al arco rival. "Perdimos el balón al quedar largos, tuvimos también pocas oportunidades de gol, sólo la del Tatán (Sebastián Varas) en el minuto 90 casi al final del partido que fue más clara. A veces la circunstancia del juego te lleva a estar más atrás y eso nos pasó la cuenta", agregó.

Consultado si la posición en la que está jugando (improvisado lateral por izquierda) le acomoda o no, Opazo reiteró que "estoy con perfil cambiado, me he estado acostumbrando a jugar ahí y se me hace un poco más fácil", opinó el jugador.

Mirko Opazo

Lateral de Ñublense

Cumplida dos jornadas de la competencia del 66º Campeonato Nacional de Rodeo en Rancagua, la parte deportiva de las colleras de Ñuble no han sido lo que se esperaba.

Las ilusiones y esperanzas que se cimentaron previo al viaje de ellos ha quedado prácticamente en una desazón para los seguidores de las colleras de Ñuble, ya que muy poco han hecho en la parte deportiva si se considera que en Rancagua sólo valen las atajadas de 2, 3 o 4 puntos.

Tener corridas de cero punto es negativo, y es a muy poco lo que se puede aspirar y es lo que ha ocurrido con las dos colleras de Ñuble que no han estado a la altura de lo que habían mostrado en los clasificatorios. Al cierre de esta edición corrían Guiñez y Ortiz buscando su última posibilidad de estar presentes esta tarde en la serie campeones. Hoy por la mañana, en la segunda serie libre B, Rodríguez y Martínez también tendrán su última chance.

Dentro de todo lo más destacado ha sido la participación de los secretarios Renato Alarcón y Eduardo Arellano.