Prevención de las enfermedades invernales
Las Zoit permiten evitar la instalación de industrias que vayan en desmedro del turismo, como termoeléctricas o centros comerciales y se vincula con el Plan Regulador de cada comuna.
La campaña de invierno contribuyó a que los males respiratorios pasen de 3° a 4° lugar como causa de mortalidad en el país.
El invierno se acerca a pasos agigantados. De hecho, la campaña de invierno del ministerio de Salud ya puso en marcha su Programa de Vacunación Nacional para grupos de riesgo, en quienes una infección respiratoria puede pasar rápidamente a un evento mayor - debido a su escasa inmunidad - hasta incluso comprometer sus vidas. Por ello, los niños menores de un año, adultos mayores, enfermos crónicos respiratorios y embarazadas deben vacunarse, mantenerse alejados de personas enfermas y aumentar las medidas preventivas. Un resfrío en estas personas rápidamente puede escalar a una neumonía que requiera hospitalización.
Las infecciones respiratorias agudas son las reinas del invierno, las que se ven favorecidas en esta época del año por condiciones atmosféricas de frío y al aumento de la contaminación intra y extradomiciliaria en los lugares urbanos. El hacinamiento y la falta de ventilación colaboran a que exista un mayor contagio entre las personas de los virus y bacterias que provocan enfermedades respiratorias agudas.
Sin embargo, todos podemos prevenir las enfermedades invernales con medidas simples pero efectivas, tales como: Lavarse las manos; usar el antebrazo para proteger la diseminación de un estornudo; proteger las fosas nasales y boca al cambiar de un lugar temperado a uno frío y viceversa (usando bufanda, pañuelo o mascarilla); ventilar los espacios al menos una vez al día; vestirse adecuadamente -no sobreabrigar- ya que la transpiración humedece la ropa y colabora en los cambios bruscos de temperatura; evitar aglomeraciones y el contacto con enfermos; no fumar y, de hacerlo, que sea en espacios abiertos sin presencia de personas con riesgo (niños, embarazadas, adultos mayores, enfermos respiratorios crónicos); calefaccionar los espacios con el mejor combustible que se tenga acceso (en orden son electricidad, gas, parafina, leña sólo con cámara de doble combustión); por último, vacunarse contra la gripe y seguir el calendario obligatorio de vacunas para niños y adultos mayores
Una vez adquirida una enfermedad invernal, consulte tempranamente a un médico, especialmente si se presentan síntomas como 38,5ºC de fiebre axilar, decaimiento y tos. Se recomienda reposo por al menos un día, mantenerse aislado para no propagar los virus o bacterias; de tener que asistir a clases, por ejemplo, ojalá usar pañuelo o mascarilla, estornudar y protegerse con el brazo. Además, el uso de mascarilla o pañuelo debe cambiarse frecuentemente debido que al humedecerse con la respiración, ya no protege.
La vacunación sigue siendo una medida preventiva prioritaria, que todos los chilenos deberían considerar como preparación básica para pasar un buen invierno.
decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central.