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Inversión millonaria

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Agencias/Carolina Collins

Nuevos análisis realizados en Gran Bretaña cuestionan el empleo de los conocidos antrigripales Tamiflu y Relenza e instan a las autoridades a plantearse si tiene sentido almacenar estos medicamentos para el eventual caso de que se produzca una epidemia.

Eso concluyeron los científicos de la organización sin fines de lucro Colaboración Cochran en colaboración con el British Medical Journal. Los investigadores también aseveran que no hay evidencia que pruebe que estos antigripales puedan prevenir complicaciones propias de dicho estado viral e, incluso, llegaron a decir que podría tener efectos secundarios.

La información fue publicada por el "British Medical Journal". El grupo farmacéutico Hoffmann-La Roche, productor de Tamiflu, rechaza estas conclusiones. Glaxosmithkline, fabricante por Relenza, no comentó el tema.

Desde hace años que los medicamentos han generado debate entre la comunidad científica, pues muchos de los datos de la investigación llevada a cabo por los fabricantes no eran accesibles. En 2009 los gobiernos invirtieron gigantescos presupuestos en medicamentos como tamiflu en medio del brote del virus de influenza H1N1.

La Agencia Europea de Medicamentos ha dicho que abrirá el acceso a la información que recibe de las compañías fabricantes, para que esté a disposición del público.

Para hacer su análisis, los expertos de Cochrane valoraron 20 estudios de Tamiflu y 26 de Relenza (ambos con inhibidores de neuraminidasa) con más de 24.000 participantes. Según sus conclusiones, Relenza reduce la duración de los síntomas en alrededor de medio día en adultos, mientras que Tamiflu de 7 a 6,3 días.

En niños, según la investigación, los efectos eran menos claros, pero tanto en ellos como en adultos el medicamento aumentaba el riesgo de náuseas y vómitos en entre un cuatro y un cinco por ciento.

El estudio cuestiona la compra masiva por parte del los gobiernos de los antigripales para prevenir los brotes de influenza.

El grupo farmacéutico Hoffmann-La Roche, productor de Tamiflu, argumentó que "las decisiones de 100 autoridades de todo el mundo, así como los datos derivados de su uso, demuestran que Tamiflu es un medicamento eficaz para el tratamiento y la prevención de la gripe".

Hace un mes, un estudio publicado en "The Lancet Respiratory Medicine" y financiado por Hoffmann-La Roche señalaba que los inhibidores de neuraminidasa como Tamiflu redujeron el riesgo de muerte en un 25 por ciento entre los pacientes que ingresaron en hospitales durante la epidemia de H1N1 en 2009-2010.

Tamiflu salió a la venta en 1999 y desde entonces algunos estudios han cuestionado su eficacia para prevenir complicaciones, lo que su fabricante niega.

En una editorial, el British Medical Journal aseguró que el estudio entrega "el más completo análisis hasta ahora de lo que sabe respecto de las pruebas aleatorias sobre la efectividad y seguridad de estos medicamentos antivirales".

Durante la década pasada, el gobierno británico gastó 677,8 millones de euros en Tamiflu a raíz de los brote de influenza. Fiona Godlee, editora del British Medical Journal, cuestionó dicha inversión y declaró que lo mejor habría sido gastar el millonario presupuesto en mejorar el sistema de salud nacional. En Chile el gobierno dijo en 2012 que en las bodegas de Cenabast estaba almacenado el equivalente a tres mil millones de pesos en Tamiflu.