Matemáticamente las posibilidades de llegar a la liguilla siguen presente para los Diablos Rojos, por ello hay que pelear la posibilidad hasta la última fecha. Pero ayer el técnico Pablo Abraham demostró, con su once alternativo que plasmó en la práctica de fútbol, que al parecer la idea es foguear jugadores en estos dos compromisos, desechando la opción de ir a la postemporada.

El técnico alineó en el once estelar al defensa Amed Pinto (hace rato no suma minutos) como volante de corte en desmedro de Ignacio Caroca, mientras que en la ofensiva, el técnico dejó a Benjamín Ruiz como improvisado centroatacante relegando al banco al único delantero centro que posee Ñublense, Sebastián Varas. "Es la decisión del técnico y hay que respetarla", dijo evidentemente molesto Varas tras la práctica en Paso Alejo.

Acompañando a Ruiz, Abraham alineó a los juveniles Ignacio Ibáñez por derecha y Sebastián Aldunate por izquierda, y posteriormente realizó una modificación, ingresando Tomás Lanzini por Ibáñez. A todas luces un once inédito y con varios jugadores que serán una apuesta que abren la pregunta ¿perdió la brújula Pablo Abraham?.

Eso sí, el técnico aclaró que sólo fue un sistema que probó y hoy definirá el equipo estelar. "Hemos intentado algo nuevo, mañana (hoy) haremos algo diferente y veremos, pero son alternativas y estamos buscando de llevar lo mejor posible al partido con Everton. Probaremos otra alienación y seguiremos insistiendo en algo que estamos buscando que es la intensidad para ser un equipo más corto, ojalá lo podamos lograr", señaló el estratega.

Consultado por el tema motivacional luego de quedar casi fuera de liguilla, Abraham indicó que "debemos sumar la mayor cantidad de puntos posibles, ojalá llegar a 46, esa es la meta", cerró.

El incendio que afectó a los cerros de Valparaíso que dejó consigo una decena de viviendas destruidas, personas fallecidas y cientos de damnificados; obligó a las autoridades de gobierno a declarar en esta ciudad el Estado de Excepción, medida aplicada por esta situación de emergencia.

A raíz de esto, ayer la Gobernación Provincial de Valparaíso confirmó que la Primera Zona Naval, a cargo de la seguridad en la ciudad de Valparaíso desde el decreto de estado de excepción constitucional por parte del Gobierno, decidió no autorizar la realización del partido que este domingo debían disputar en el Estadio Elías Figueroa de Valparaíso, Everton de Viña del Mar y Ñublense de Chillán.

Finalmente, y tras una serie de reuniones, se confirmó que el partido se mantendrá para este domingo, pero cambiará de escenario al estadio Santa Laura a contar de las 18.30 horas. El técnico de los Ruleteros, Nelson Acosta, desechó toda posibilidad de trasladarse al estadio Lucio Fariña de Quillota para jugar este trascendental partido para los Oro y Cielo que luchan por no defender, aduciendo a que "no queremos dar ventajas jugando en una cancha sintética".

El contralmirante Julio Leiva, comandante en jefe de la Primera Zona Naval de Valparaíso, adujo razones de seguridad para negar la autorización del encuentro deportivo, principalmente, debido a la inconveniencia de derivar personal de Carabineros para el resguardo del recinto deportivo, en momentos en que la ciudad necesita de todo su personal policial para hacer frente a los efectos de la tragedia.

El partido estaba programado para las 18.30 en el estadio de Valparaíso, debido a que el estadio Sausalito donde habitualmente hace de local Everton, se encuentra sometido a intensas reparaciones. En la reunión realizada en la intendencia de Valparaíso, participaron el timonel del elenco ruletero, Juan Pablo Salgado, su par wanderino Jorge Lafrentz, y el gobernador provincial Omar Jara.

La principal razón de la suspensión, radica en que en el parque Alejo Barrios, ubicado junto al recinto deportivo, es un centro de acopio y ademas ahí el Ejército almacena ayudas y guarda las máquinas que están trabajando en la remoción de escombros.

El lunes jugará en el mismo recinto Wanderers, pero según las autoridades, ese día ya estará la situación normalizada. "El partido de Santiago Wanderers se mantiene porque habrá una situación completamente distinta del punto de vista de afluencia de público a Valparaíso, entonces estamos más tranquilos como para destinar la fuerza policial que un evento de estas características requiere", manifestó el gobernador de Valparaíso, Omar Jara.

En Ñublense la información de esta suspensión no cayó nada de bien, ya que estaba toda la logística programada para jugar en Valparaíso. Eso sí, el gerente del club, Hernán Rosenblum, explicó que el que le hubiesen cambiado de día el duelo, habría complicado las cosas.

"Si se jugase en un estadio cercano alrededor de Valparaíso, nosotros no pondríamos mayores inconvenientes ya que además del hecho de cambiar día de partido trae consigo una serie de inconvenientes para Ñublense, Everton y el mismo campeonato ya que termina el campeonato el otro fin de semana", indicó.