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Desigualdad laboral

Para nadie es un misterio que un porcentaje demasiado elevado de los profesores trabaja a contrata.

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Uno de los temas que copa la agenda pública regional y nacional es la reforma al sistema educacional y las preocupaciones por disponer de los recursos económicos para llevarla adelante. Sin embargo no todo deberá estar atado al dinero y hay preocupaciones referidas a protocolos y procedimientos, especialmente en el ámbito del profesorado.

No es un misterio para nadie el que un porcentaje demasiado elevado de los profesores trabaja a contrata en los diversos municipios del país. Miles de docentes laboran en esas condiciones, que nadie quisiera para sí por la clara inestabilidad que involucra y la pérdida de beneficios y de igualdad con otros tipos de funcionarios. De este modo, una cantidad demasiado importante de profesores es contratada cada año y despedida cada año. No es justo para nadie vivir en una completa incertidumbre respecto de si contará o no con trabajo en la temporada que viene. Normalmente los docentes son vueltos a contratar. Sin embargo, hay otros graves problemas inherentes a esta política deshumanizada, más allá del daño sicológico que se le provoca a muchos profesores, en especial aquellos que por edad están más sensibles a este tipo situaciones.

Las plantas son las grandes culpables, las que obligan a tener a funcionarios a contrata, no sólo profesores, sino profesionales de la más variada índole en todos los servicios públicos dependientes del Estado.

Gente que no puede acceder a un crédito por su inestabilidad laboral, claramente expresada en el término "a contrata"; que no suma antigüedad; que pierde diversos beneficios.

El nuevo sistema educacional debe terminar con esta práctica y los entes encargados de sacar adelante a una mejor educación deben, legalmente, disponer de las plantas pertinentes. Y los servicios públicos, igualmente. Hay que tener respeto por el trabajo y la tranquilidad de la gente, por su dignidad; es claro que todo esto revela una clara desigualdad entre trabajadores de un mismo nivel.

La familia en el proceso educativo de los hijos

El nuevo sistema educacional debe terminar con esta práctica y los entes encargados de sacar adelante una mejor educación tengan plantas pertinentes.

A la hora de elegir un establecimiento educativo es importante saber qué quiere un establecimiento de la familia.

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Cuando se toma la decisión de enviar un hijo al colegio, se pasa por distintas interrogantes, como por ejemplo: ¿qué colegio es el mejor?, ¿será bueno un colegio mixto?, ¿qué asignaturas extraprogramáticas tendrá?, etc. Al iniciar el año escolar, los padres van aclarando sus dudas y se van interiorizando de del proyecto educativo del establecimiento, de las estrategias de trabajo, del rol que la familia debe cumplir, y deben comprender que la participación en este proceso constituye un deber, pero también un derecho.

Es por esto que es necesario saber qué es lo que el establecimiento quiere de los padres, es decir, que tengan un rol pasivo o activo. Cabe señalar, que es importante preguntarse el tipo de participación querrá el colegio, según Flamey y otros, 1999, dice que hay cinco niveles de participación, los cuales son: Informativo, el cual constituye el nivel mínimo de participación y hace referencia a la disposición por parte de la escuela, de entregar información clara y precisa sobre el sentido de la educación; colaborativo: se refiere a la participación en actos o eventos escolares de carácter social; consultivo: en este nivel el establecimiento debe establecer instancias de consultas sobre diversos temas, como por ejemplo programas de intercambio de experiencias con otros centros; toma de decisiones en relación a objetivos, acciones y recursos: consiste en incorporar a los padres de una manera activa en la toma de decisiones correspondiente al consejo escolar, comisión de convivencia, etc. y por último control de eficacia: se le entrega a los padres el rol de supervisor del cumplimiento del Proyecto Educativo del Centro.

Ahora bien, si nos preguntamos cuál es la mejor participación, va a depender de lo que el establecimiento quiere lograr con las familias, es decir, si decide incorporarlos de una manera más activa o sólo le interesa mantenerlos informados del proceso educativo y nada más, por lo tanto, a la hora de elegir un establecimiento educativo, es importante saber qué quiere el establecimiento educativo de la familia, lo cual debería ir acorde a lo que la familia también espera del establecimiento.

Jefa de Carrera , Tec. en Educ. Especial, Santo Tomás Chillán.