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Carlos Franz se incorpora a la Academia Chilena de la Lengua

Cultura. Escritor nacional fue distinguido con la invitación por su trayectoria como narrador y su buen uso del idioma.

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El escritor nacional Carlos Franz será incorporado oficialmente mañana como miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua, como un reconocimiento a su destacada carrera en las letras.

Franz, quien es columnista habitual de este medio, se mostró satisfecho por haber recibido este reconocimiento. 'Me siento muy honrado y contento. La Academia es una de las pocas instituciones que mantiene la tradición literaria y de la lengua en general en Chile y unirse a esa tradición me parece algo importante', manifestó a este medio el autor de 'Almuerzo de Vampiros'.

El director de la Academia, Alfredo Matus, destacó la trayectoria y el talento de Carlos Franz en las letras. 'Es uno de los narradores jóvenes importantes de este país', dijo, y agregó que 'es un novelista, ensayista y un intelectual de primera'.

Carlos Franz comenta al respecto: 'Ellos dicen que con esto están abriendo la puerta para que gente más joven entre a la Academia y por supuesto me halaga que piensen en mi como una persona joven que puede introducir aire fresco ahí'.

Matus explicó que la decisión de integrar a Franz a la corporación se fundamenta en que 'la Academia de la Lengua llama a sus filas a personas que se han destacado por el buen uso del idioma. Y en el buen uso del idioma no sólo cabe la corrección. En el caso de la literatura va más allá. Es excelencia de tipo literario, de tipo estético. El cultivo superior de la lengua a través de su empleo artístico a la literatura'.

Durante la ceremonia que se realizará mañana en el Instituto de Chile, Franz leerá su discurso de aceptación titulado: 'Se me olvidó que te olvidé. Un 'eslabón perdido' entre Mariano Latorre y José Donoso'. Y será por la propia decisión del mismo autor que la persona que le dará la recepción como miembro de la corporación será el académico Cedomil Goic.

Para Matus, Franz no sólo ha destacado como escritor, sino también como gestor cultural, pues fue agregado en esa materia en España entre 2006 y 2010. Carlos Franz 'realizó una labor extraordinaria allá en España, nos ayudó mucho a la Academia de la Lengua Española cuando quisimos traer el congreso internacional de la lengua española, para que se ofreciera a Chile ser la sede del quinto congreso'. Dicho encuentro no se pudo concretar debido a que tres días antes de su inauguración ocurrió el terremoto del 27 de febrero de 2010.

Alfredo Camus valora que Franz 'ya tiene su trayectoria, es un escritor maduro y sus novelas han sido de excelente crítica y muy bien recibidas por el público'.

Carlos Franz se recibió de abogado de la Universidad de Chile en 1983, profesión que abandonó a los pocos años para dedicarse por completo a la literatura. Fue miembro del taller literario de José Donoso, a quien ha declarado como una de sus influencias.

Estuvo alejado por 12 años de Chile, período en el que se radicó en Europa. Estuvo como artista de residencia en Berlín con la beca DAAD, y luego en la Universidad de Cambridge en Inglaterra, donde fue invitado a hacer clases. También estuvo radicado en la capital inglesa como Honorary Research Fellow en la Universidad de Londres .

Fue en Madrid que se desempeñó como agregado cultural de Chile en España, entre 2006 y 2010, nombrado por la Presidenta Michelle Bachelet, y en 2012 decidió volver.

Carlos Franz ha sido destacado con importantes galardones y reconocimientos. Entre ellos, el Premio a la Mejor Obra Literaria del Consejo de la Cultura y las Artes (2008) por 'Almuerzo de Vampiros', el Premio Internacional de Novela La Nación-Sudamericana por 'El desierto' y fue destacado con el Premio Latinoamericano de Novela CICLA por su novela 'Santiago cero'.

La Academia Chilena de la Lengua está formada por 36 miembros. Armando Uribe, Delia Domínguez y Jorge Edwards, han sido nombrados miembros de la Academia.

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Publican una novela que relata la misteriosa desaparición de un joven en la VIII Región

trama. Se trata de 'Desaparecido en Concepción', del periodista y escritor Carlos Basso. El autor explica que la obra 'está inspirada en numerosos casos policiales y también en el mundo periodístico'.

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Si bien a Carlos Basso Prieto ya no se le ve caminando apresurado entre los tribunales y los cuarteles policiales, ni olfateando los sitios del suceso acompañado de su libreta y lapicero, el periodismo y las buenas historias siguen siendo su gran pasión.

El reporteo diario de calle, entre grabadoras, micrófonos y flashes, ya forman parte de un pasado nostálgico y, a su vez, mágico. Hoy, lo suyo, está enfocado en la academia, la pluma y su especialidad: la investigación periodística.

Por estos días, el periodista penquista acaba de lanzar su noveno libro, 'Desaparecido en Concepción'.

Pese al título sugerente, su autor aclara que no se trata de una novela sobre el caso Matute ni una investigación sobre éste.

Se trata de su segunda novela (en 2008, escribió 'Los pasos perdido de Shakespeare'). Sus otras siete obras son de investigación, una de las cuales -'La CIA en Chile-, estuvo durante varios meses de 2013 en el ranking de los libros más vendidos en el país y fue nominada a los premios Altazor.

Para su nuevo libro, Basso dice tener altas expectativas. 'Creo que esta novela debería generar interés dado que, en definitiva, trata de un tema que es universal (y que en nuestra ciudad se visibilizó con el caso Matute), que es el terror que genera el solo pensar en perder un hijo, el miedo más sobrecogedor que puede sentir una persona. Es un tema que nos empata, que nos iguala a todos, en todo el mundo. Es antinatural que los hijos se vayan antes que sus padres, y es por ello que todos no podemos sino empatizar y ponernos en el lugar de los padres de Coke Matute, de Madeleine McCann, de Rodrigo Anfruns o de las niñas secuestradas por Boko Haram en Nigeria', explica el autor.

- Si bien 'Desaparecido en Concepción' es una novela, ¿qué tantos elementos de realidad tiene con el caso Matute?

- La novela está inspirada en numerosos casos policiales y también en el mundo periodístico, en sus haceres, en sus lenguajes, en sus obsesiones, en sus grandezas y en sus miserias. Por cierto, la alusión al caso Matute surge naturalmente y es muy fuerte al principio, pero al poco andar se incorporan muchos otros elementos que nada tienen que ver con esa historia, y termina de un modo completamente distinto. De hecho, no es una investigación periodística ni una novela sobre el caso Matute. Tal como lo planteas, es una ficción al 100%, una novela policial que sigue los cánones tradicionales de estas, un escenario para mostrar el mundo de los periodistas, el de los policías, el de los abogados, etcétera, pero si alguien cree que en ella hay alguna verdad judicial, se equivoca.

- ¿Hay personajes que representen a personas que han sido o siguen siendo parte del caso?

- Hay algunas semejanzas, pero en general los personajes fueron construidos en torno a trozos o retazos de éste u otros casos policiales, y muchos de ellos son simples ficciones que fueron estructuradas en torno al papel que debían desempeñar en la trama, y no representan a nadie en particular. En ese sentido, por dar un ejemplo, el subprefecto Prado no guarda ninguna relación con los policías que sí investigaron el caso Matute, donde hay caracteres muy fuertes, como el de Héctor Arenas, ni tampoco es un personaje completamente inspirado en alguien en particular. Quisiera insistir en que esta es una novela y hay que tomarla como tal, como una ficción, que pretende entretener y mostrar una historia que parezca verosímil, lo que no significa que sea real.

- Por qué resaltar que se trata de una historia de Concepción, y no una de Santiago que, habitualmente, para la industria nacional tiene mayor repercusión?

- Uno de los grandes personajes de la historia es Concepción, la ciudad como tal, con su lluvia constante, sus calles de adoquines y todas sus contradicciones. Históricamente, la novela negra se ha desarrollado en Chile teniendo como escenarios principales Santiago y Valparaíso, en circunstancias que Concepción es -para mí- una ciudad fascinante desde todo punto de vista, un lugar lleno de contradicciones, que encierra una complejidad muy importante desde el punto de vista periodístico y policial. En ese sentido, esta novela tiene una gran novedad, pues el escenario de la trama policial ya no es alguna calle de Los Angeles, Santiago o Estocolmo, sino que son las de Concepción, es la caleta Chome, es San Pedro de la Paz, etcétera.

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