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División en Ñuble genera el despenalizar el aborto terapéutico

salud. Iglesia Católica local, parlamentarios de la zona y organizaciones sociales entraron al debate. Mujeres, en tanto, se abrieron al diálogo.

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Chillán no se quedó atrás en las reacciones sobre la despenalización del aborto en casos de violación, inviabilidad del feto o cuando corra riesgo la vida de la madre, anuncio que fue hecho por la Presidenta en el Congreso, en el marco del discurso del 21 de mayo.

La Iglesia Católica fue la primera que respondió y Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, aseguró que 'con todo el respeto que me merecen las mascotas, creo que la persona y la vida humana vale mucho más que eso'. En Ñuble, el representante de los católicos, el obispo Carlos Pellegrin, reafirmó los dichos de Ezzati.

'Para nosotros los cristianos la vida tiene un valor que no es superado por nada. Hay que preservarla, hay que cuidarla, acogerla, formarla de manera que el respeto a la vida es fundamental. Cuando hablamos de aborto, que significa eliminar una vida, porque entendemos que desde el momento de la gestación en el seno de la madre hay un ser humano que está creciendo, por lo tanto necesita ser protegido', argumentó Carlos Pellegrin, obispo de Chillán.

El anuncio de la Mandataria respecto de enviar al Congreso un proyecto que incluya la interrupción del embarazo de manera voluntaria en tres casos determinados, es para la iglesia un tema que podría confundirse con la propuesta que ellos entregan.

'Cuando se habla de terapéutico podríamos confundirlo, porque en un caso concreto en que está en peligro la vida de la madre y la vida de la criatura y están las dos en las mismas condiciones, desde hace mucho tiempo la ética cristiana dice que hay que favorecer la vida de la madre, pero cuando se da en un caso de un accidente y hay que salvar a uno u otro. No lo consideramos un aborto, porque aquí no se elimina a la guagua porque sí, sino que es una necesidad de salvar a la mamá', ejemplificó Pellegrin.

Otro de los puntos controversiales sobre interrupción de un embarazo se genera desde los casos en que el feto padece una enfermedad severa, ya que para el mundo cristiano este ser vivo que está por nacer tiene los mismos derechos que un niño sano.

El debate sobre la aplicación del aborto estuvo presente hace dos años en el parlamento cuando se discutió sobre la vida de la madre peligra, pero en Chile cualquier mujer, embarazada o no, puede recibir el tratamiento necesario para curarse de una enfermedad mortal, incluso cuando se pone en riesgo la vida del hijo que está por nacer.

'El problema que trae la despenalización del aborto es que da una señal para atentar contra la vida de una persona inocente. Hay que proteger al más débil y esa es una acción que el Estado debe llevar adelante, despenalizarlo va a darle un sentido absolutamente contrario, si aumenta o no (los abortos) es un problema secundario, aunque pueda aumentar. Voy a defender a la vida que está por nacer desde la concepción hasta la muerte natural, esto va contra los principios de la mayoría de los chilenos', sostuvo Víctor Pérez Varela, senador de la UDI.

El aborto en nuestro país es sancionado cuando apunta directamente a matar a un feto y en la suspensión del embarazo antes de que el niño pueda sobrevivir independientemente de su madre, lo que la Organización Mundial de la Salud fija como punto la semana 22 de gestación.

'Los tres temas (violación, inviabilidad del feto y peligro de la vida de la madre) son más morales que médicos y en ese sentido el Colegio Médico ha venido sosteniendo una política plasmada en su código de ética. La conducta actual del colegio es contraria a cualquier tipo de aborto, es lo que se desprende del artículo 8 y 9 del código del Colegio Médico', dijo Carlos Rojas, presidente del Colegio Médico de Ñuble.

Abiertos al diálogo

Desde 1931 en Chile se permitía el aborto terapéutico, pero en 1989 se modificó un artículo del Código Sanitario donde se estableció que 'no podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar el aborto', justo antes de que Augusto Pinochet entregara el poder.

'En Chile existía legalmente el aborto terapéutico y que después, entre gallos y medianoche, en los tiempos oscuros de este país, eso se eliminó. Acepto el aborto terapéutico, hoy cuando el conocimiento médico y la tecnología puede evidenciar a través de estudios de que hay fetos inviables y someter a la mujer a una condición dramática y no darle oportunidad que tome una decisión al respecto con toda la información que se le puede entregar, eso es aferrase a una posición rígida', detalló el médico y concejal de Chillán, Carlos Hernández.

Uno de los prejuicios que se tiene con respecto a legislar sobre esta materia es que esto conlleve a un aumento en abortos a nivel país. Tal como se pensó cuando se legisló sobre el divorcio.

'Personalmente estoy de acuerdo con el aborto a todo evento, es decir, me parece que ya no estamos para más cuentos y que si vamos a legislar lo hagamos como corresponde y no con la versión de que solo en caso de violación, peligro de muerte. En Chile se derogó en virtud de que se abusaba de ello, y ¿por qué se abusa?, porque no podemos tapar el sol con un dedo, la realidad es que hay situaciones en que la mujer no desea tener el embarazo; por lo tanto es responsable que la ley le permita poner fin a dicha situación, lo de ahora son condicionamientos que luego pueden manipular la normativa', dijo María Elena Hellman, presidenta provincial de la Anef.

Uno de los primeros intentos por legislar sobre esta materia ocurrió en 1990, con el primer proyecto que fue presentado por la diputada del PPD Adriana Muñoz.

'Si es como indicó la Presidenta, creo que es una situación que debe ser así, porque esa situación debemos verla las mujeres. Sobre las críticas de la iglesia, esta de repente me descoloca en sus opiniones y todos sabemos lo que se está destapando, las actuaciones de algunos curas en particular y representantes de la iglesia respecto a violaciones de derechos humanos con niños. Entonces, creo que hay una dicotomía entre lo que se hace y lo que se predica', aseveró Marcia Wall, ex presidenta provincial de la CUT.