Automovilistas molestos por baches presentes a lo largo de la ruta 148
tránsito. 'Cemento de Quinchamalí', fue el nombre con que los conductores bautizaron a este tramo de la carretera tras los arreglos realizados.
Poco y nada han servido los reclamos y publicaciones que cuestionan el accionar de Vialidad de la Providencia de Ñuble, por su abandono de la ruta 148, tramo entre las comunas de Bulnes y Quillón.
Una infinita cantidad de baches se encuentran al acecho de los vehículos que continuamente transitan por la citada ruta la cual fue entregada en mantención a la empresa Sierra Nevada.
Pese a que la semana pasada funcionarios realizaron iun bacheado con tierra, los arreglos más que generar la conformidad de los automovilistas provocaron las burlas. Incluso los mismos conductores denominaron el lugar como 'Cemento de Quinchamalí', por su tapado con greda.
Pese a los reiterados reclamos de concejales de Quillón, ante reuniones y cartas públicas, nada ha habido en querer solucionar el problema que ya es demasiado.
Los hoyos o baches han crecido por la continua pasada de vehículos y el reblandecimiento por la lluvia, y se mantienen prácticamente ocultos por el agua, haciendo que los vehículos salgan de su pista de circulación, y que por pericia de sus conductores no se han producido accidentes de connotación.
Nuevamente, el público ha llamado a Vialidad Ñuble y su empresa Sierra Nevada, a solucionar este grave problema que mantiene en abandono a una de las más importantes rutas turísticas y forestales de Ñuble, la ruta 148.
