Somos una sociedad cada vez más competitiva, donde el éxito se mide por cifras y porcentajes, donde debemos tener el automóvil cero kilómetro, el mejor modelo de celular y donde, por estos días, nos importa más tener el reconocimiento de nuestros pares en menos de 100 caracteres subidos a las redes sociales, que en el cara a cara. Un aspecto negativo de nosotros que rompió las barreras del centralismo y que es palpable no solo en las grandes urbes sino también en nuestras provincias. Es esta realidad la que choca de golpe y nos enfrenta. Tiene que ser un grupo de niños que con tierra, tablones y una bicicleta nos muestran la simpleza de la vida con una caída que ya tenía su punto de no retorno. Juegos infantiles que prácticamente desaparecieron de nuestras calles y que fueron cambiados por la última consola o video juego de moda. Es esta falta de interacción, este individualismo; el luchar por ser el mejor e imponernos al resto dejando de lado la interacción y el preocuparnos por lo que le pasa al otro, lo que termina afectando a nuestra sociedad , y lo que es peor, a nuestros niños. En 2011, las cifras indicaban que en la provincia de Ñuble se registraba un suicidio cada 28 años. El año anterior, las estadísticas hablaban de cerca de 400 suicidios al año en la zona. Por esto, no nos puede dejar indiferente que dos adolescentes con proyectos de vida que se iniciaban, en medio de su escolaridad- etapa tan añorada por quienes la dejamos, y con amigos y cercanos que les demostraban afecto, hayan tomado la decisión de poner fin a su camino en la vida durante los últimos meses. No solo compartían edades similares sino también un mismo recinto educacional que en menos de dos meses volvió a estar de luto. La pregunta es tan sencilla pero a la vez tan difícil de responder: ¿qué hacer?, ¿Basta solo con estar alertas o poner atención en los comportamientos de nuestros hijos, nietos o sobrinos?, ¿Debemos tomar un rol más activo?, ¿Nos equivocamos al creer que el bienestar de quienes nos rodean solo se resuelve con lo material mermando el tiempo que damos a quienes amamos?.