Las jóvenes NiNi, una problemática de acceso
Los cerca de 750.000 jóvenes que ni estudian ni trabajan (NiNi) que posee Chile, son una de las preocupaciones transversales de nuestra sociedad, jóvenes que aun pudiendo ostentar igualdad de capacidades, ven truncadas sus posibilidades de desarrollo educativo y profesional por razones sistémicas y no por sus capacidades personales. Cómo lo plantea Francisco Javier Gil, la dotación de talento en los bebes recién nacidos se da estadísticamente de forma proporcional en cada rincón de Chile, es decir que sí de cada 100 nacimientos, 25 de estos corresponden a bebes con altas capacidades preexistentes de talento, el azar se encargara que de 200 nacimientos 25 sean de bebes con altas capacidades preexistentes en cada una de estas comunas, independiente de la realidad socioeconómica y educativa de los padres. ¿Entonces cómo es posible que a pesar de que el talento se reparte de igual forma en Puente Alto o en Vitacura, finalmente la proporción de jóvenes que sí trabajan o estudian sea abismantemente mayor en Vitacura que en Puente Alto?
Según los indicadores de la séptima encuesta nacional de la juventud, realizada el año 2012 por el INJUV, existe una correlación directa entre el sexo, el segmento socioeconómico, los hijos y el nivel educacional de los NiNi. De esta forma, hoy éstos jóvenes son en su mayoría mujeres (73,5%), con hijos (68,5%), pertenecientes a los 5 primeros deciles de ingreso de la población (75%), presentando educación secundaria completa o inferior (90%). Existe una reciprocidad entre los embarazos adolescentes no planificados y el nivel socioeconómico, situando a las jóvenes de los primeros dos deciles de ingreso con los peores indicadores de embarazo no planificado, 38,5% para el decil 1 y 34,6% para el decil 2, mientras los deciles de ingreso 9 y 10 presentan tasas de embarazo juvenil de 9,3% y 6,1% correspondientemente, es decir que mientras en los grupos de mujeres jóvenes, los embarazos se presentan casi en 4 de cada 10 mujeres, en los deciles de más altos ingresos esto se reduce a menos de 1 caso por cada 10 mujeres.
Debemos comenzar con los programas de capacitación para jóvenes NiNi, 150.000 cursos de capacitación que además brindan adecuadas condiciones de acceso a los jóvenes, es decir movilización, alimentación y cuidado para las madres con hijos menores de 6 años.
La reforma educacional planteada en el programa de gobierno, no sólo servirá para que los jóvenes estudiantes que marcharon en miles, puedan acceder a un sistema de educación pública y gratuita, sino que además cambiará las posibilidades reales de continuidad educativa a los 750.000 jóvenes NiNi. Finalmente debemos fortalecer nuestra política de educación sexual para con los jóvenes, ampliando nuestra base de cobertura de repartición de preservativos y programas de afectividad para quienes se encuentran iniciados sexualmente y quiénes no.