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Violentas protestas marcan jornada de inauguración del Mundial de Brasil

incidentes. Cientos de manifestantes, entre ellos huelguistas del metro, intentaron bloquear las principales arterias de Sao Paulo. Los enfrentamientos con la policía militarizada de la zona dejaron un saldo de al menos siete heridos.

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La colorida bienvenida al Mundial de Brasil tuvo su punto negativo. Una protesta que partió de forma pacífica acabó ensombreciendo parte del ambiente festivo que se vivió ayer en Sao Paulo.

Los activistas se congregaron en la plaza de Candelaria y marcharon por la avenida Río Branco, una de las principales arterias de la segunda mayor ciudad del país carioca, colapsando el tráfico del centro en un horario en que los brasileños salían del trabajo antes de ir a ver el Brasil-Croacia, partido inaugural del Mundial.

Un centenar de trabajadores del metro se encontraban reunidos en la sede del sindicato para reclamar la readmisión de 42 empleados que fueron despedidos, cuando un grupo de jóvenes, la mayoría vestidos de negro y encapuchados, se sumó a la concentración.

Los jóvenes habían sido dispersados previamente por la Policía en una concentración contra la organización del Mundial, por lo que decidieron juntarse con los empleados del metro, que se encontraban reunidos en la zona este de la capital paulista, a unos pocos kilómetros de distancia del estadio Arena Corinthians, donde se realizó la inauguración.

Ante la llegada de unidades de la policía militarizada, la tensión comenzó a aumentar y varios manifestantes corrieron para coger bolsas de basura con las que crearon barricadas de fuego a pocos metros de distancia de una gasolinera.

Las fuerzas de orden intentaron dispersar a los manifestantes con bombas de gas lacrimógeno y pelotas de goma, lo que provocó al menos siete heridos, según cifras entregadas por las autoridades.

'Las tropas de choque comenzaron a avanzar y tiraron bombas de gas. La carcasa golpeó contra mi brazo y me hirió. Conseguimos escapar de tres bombas que explotaron muy cerca de nosotros', comentó a Efe Fernanda Valerio, quien asistió a la manifestación para protestar contra los elevados gastos del Mundial.

Durante la confusión, un grupo intentó refugiarse dentro de un bar, pero los gases lacrimógenos entraron en el local y algunas personas, incluidos niños, sufrieron problemas respiratorios.

'La situación es de caos, estamos en un lugar cerrado, la Policía lanzando bombas (de gas) y con niños aquí. La sensación es de caos', declaró a Efe Roberto Guimaraes, sorprendido cuando tomaba un café.

Mientras dentro del bar personas ponían vinagre en trapos para intentar respirar, desde la ventana se podía observar como los policías avanzaban con escudos hacia los manifestantes que se encontraban en el lugar.

Los participantes fueron finalmente dispersados por completo hacia el mediodía, cuando numerosos aficionados ya comenzaban a desplazarse en metro o a pie hacia el Arena Corinthians, estadio donde se jugó el primer encuentro entre Brasil y Croacia.

Cuando se calmó la situación, algunas de las personas que acudieron a la concentración de forma pacífica lamentaron los enfrentamientos.

'Estábamos tranquilos, no hicimos nada para que viniera la Policía. Vinieron sin motivo. Infelizmente por culpa de algunos manifestantes también nos vemos repercutidos', señaló uno de los manifestantes, quien precisó que 'no es justo' que Brasil tenga Mundial cuando no hay hospitales y educación 'adecuada'.

La policía informó en un comunicado que actuó para evitar que los manifestantes cerrasen la Radial Este, principal acceso al estadio Arena Corinthians.

Empleados despedidos 42 trabajadores del metro de Sao Paulo realizaron una manifestación pacífica en las calles de dicha ciudad.

La arremetida del ejército yihadista amenaza con desmembrar a Irak

ofensiva. El Presidente Barack Obama evalúa apoyo militar para detener el avance del grupo pro Al Qaeda.

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El Ejército de Irak intenta frenar la ofensiva de los yihadistas, que controlan importantes zonas del norte del país en su avance hacia Bagdad, mientras la parálisis política impidió al Parlamento decretar el estado de emergencia.

En la ciudad de Tikrit, ubicada a 160 kilómetros al norte de la capital, aviones militares bombardearon posiciones de los insurgentes suníes, como los palacios que han ocupado y que pertenecieron al difunto dictador Sadam Hussein.

Tikrit, localidad natal de Sadam, está en manos de los extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) desde el miércoles.

Los ataques aéreos también tuvieron por objetivo puntos de la provincia septentrional de Nínive como su capital, Mosul, tomada el martes por los yihadistas, que están siendo apoyados por combatientes suníes y tribales.

El ISIS no ha tardado en empezar a imponer algunas restricciones en Mosul como la prohibición de fumar, siguiendo su interpretación fundamentalista de la ley islámica.

Una fuente del Ministerio de Interior apuntó a Efe que las fuerzas militares están intentando recomponerse con ayuda de los voluntarios y han entrado en la localidad de Samarra, a 120 kilómetros al norte de Bagdad, que también se disputan las partes en conflicto.

Frente a las operaciones de las tropas gubernamentales, los radicales y sus aliados suníes pretenden avanzar no solo hasta Bagdad, sino también hacia el sur del país.

La situación de descontrol ha sido aprovechada por las tropas kurdas que, además de controlar las fronteras de la región autónoma del Kurdistán iraquí, se hicieron con el dominio de la ciudad petrolera de Kirkuk, situada a 250 kilómetros al norte de la capital y disputada por los gobiernos de Bagdad y el Kurdistán, fue tomada por los kurdos después de que huyeran de ella el Ejército iraquí y la policía federal.