Campaña de invierno centrada en prevenir
Bajo el slogan 'Chile Previene las enfermedades de invierno', el Gobierno de Chile, a través del Ministerio de Salud, lanzó la campaña de invierno, con el principal objetivo de reducir las enfermedades respiratorias.
A nuestro haber, contamos con una cobertura superior al 91% de vacunación contra la Influenza, permitiéndonos proteger a diversos grupos vulnerables. Además, se dispuso un significativo presupuesto de más de 1.200 millones de pesos para el reforzamiento de la atención, en la región del Biobío, lo que se condice con la necesidad real de situar a la salud como un pilar fundamental de la dignidad humana.
A nivel nacional, la inversión dispuesta en la Campaña de Invierno 2014, se traduce en la implementación a nivel nacional de 349 nuevas camas; la ampliación de cupos para hospitalización domiciliaria; el aumento de la complejidad de camas con la dotación de recurso humano y equipamiento correspondiente; refuerzo de la atención primaria, a través del aumento de horas médicas de lunes a viernes, durante tres meses; mayor dotación de kinesiólogos en SAPUS los fines de semanas y festivos; y el incremento de cupos para el programa de asistencia invasiva y no invasiva domiciliaria en adultos y niños. Entraron en funcionamiento, en la región, más de 200 salas para niños y adultos en los centros de salud.
La campaña de invierno tiene su foco puesto en la prevención, entendida como la acción y efecto de preparar con antelación lo necesario para un fin, anticiparse a una dificultad, prever un daño y/o lograr que un eventual perjuicio no se concrete. En ese contexto, esperamos que a través de esta campaña -que otorga una serie de recomendaciones- seamos capaces de conseguir que la población desarrolle, fortalezca o modifique hábitos necesarios para lograr un estado de bienestar durante los meses marcados por la lluvia y las bajas temperaturas.
A nivel intradomiciliario, se sugiere cubrir agujeros y rendijas de la casa, secar la ropa en una habitación distinta a aquella en que estén los niños, no instalar tiestos con agua sobre estufas, mantener una temperatura estable para evitar cambios bruscos de ambiente, no fumar, ventilar la casa al menos una vez al día, evitando corrientes de aire; y en lo posible, evitar el hacinamiento. A nivel de contagios, es preciso taparse la boca al estornudar o toser, usar pañuelos desechables y eliminarlos sin reutilizarlos, lavarse las manos constantemente y evitar lugares concurridos.
En pediatría, se recomienda conservar a los niños en ambientes libres de humo, amamantar a los infantes para aumentar sus defensas, evitar el contacto de niños con personas enfermas, mantener el carnet de vacunación al día, y controlar la emanación de monóxido de carbono al calefaccionar los ambientes con fraseros, estufas a gas o kerosene. Con estas medidas reduciremos los riesgos de infecciones respiratorias.