A pesar de que jugó quizás su mejor partido en lo que va de Mundial, Argentina sigue dejando dudas en su rendimiento de cara a los octavos de final del cita planetaria que se desarrolla en Brasil.

El cuadro albiceleste venció ayer 3-2 a Nigeria en el cierre del Grupo F, resultado que le permitió adjudicarse la zona, aunque aún se espera más de un elenco que aún no logra convencer con su juego.

Ante el equipo africano otra vez Messi fue quien salvó los aplausos. El atacante del Barcelona anotó dos goles, quedando junto a Neymar como los máximos artilleros del certamen, con cuatro anotaciones cada uno.

El capitán trasandino apareció a los 2' de juego para abrir el marcador. Pero poco les duró, porque un minuto más tarde Ahmed Musa puso el empate ante la atónita mirada de la defensa argentina.

Pero fue otra vez Messi el que debió aparecer para darle tranquilidad a su equipo. Cuando se jugaba un minuto de agregado del primer tiempo, el delantero, con un certero tiro libre desde 20 metros, puso el 2-1 con el que se fueron al descanso.

A la vuelta del entretiempo, otra vez Musa apareció para igualar, pero Marcos Rojo cerró el 3-2, 60 segundos más tarde del empate de los africanos.

Nigeria, a pesar de la caída, logró clasificar a octavos, producto de que en el otro duelo del Grupo, Bosnia Herzegovina venció 3-1 a Irán. Con esto, Argentina lideró la zona con nueve puntos, luego lo siguió Nigeria con cuatro, más Bosnia e Irán con tres, ambos eliminados del Mundial.

En el mundo del fútbol muchas veces se dice que el rival que sale a la cancha sin presiones es el más peligroso. Ese antiguo dicho acuñado en el balompié volvió a cobrar vigencia ayer en el Estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía.

Ahí, Bosnia y Herzegovina, que saltó a la cancha sin opciones de clasificar a la segunda fase del Mundial, sentenció la eliminación de Irán. 'Lo lamento por nuestros oponentes, pero esta también era una victoria importante para nosotros a fin de poder irnos del torneo con nuestras cabezas en alto', expresó el técnico de Bosnia, Safet Susic.

Edin Dzeko abrió la cuenta en Salvador de Bahía. El pupilo del técnico chileno Manuel Pellegrini en el Manchester City superó al arquero Alireza Haghighi y con su gol le generó presión al cuadro iraní.

Los europeos aprovecharon el nerviosismo de su rival y aumentaron las diferencias a los 53' a través de Miralem Pjanic. Irán acortó distancias a los 81' cuando Reza Ghoochannejhad anotó el descuento. Un minuto después, las ambiciones asiáticas recibieron un golpe mortal: Avdija Vrsalijevic marcó el tercer tanto de Bosnia y con su gol le puso sentencia al partido y terminó con los sueños iraníes.

Ecuador no pudo completar una fase grupal perfecta para las selecciones sudamericanas y fue eliminado de Brasil 2014. Un empate 0-0 ante Francia acabó con el sueño y selló la suerte del Grupo E: los galos junto a Suiza aseguraron un lugar en octavos de final.

La 'tricolor' llegaba a la última fecha en igualdad de puntos con los helvéticos pero con mejor diferencia de gol. Sin embargo el panorama cambió rápido y mientras los ecuatorianos no podían abrir la defensa europea, los suizos aseguraron el triunfo en el comienzo ante Honduras con dos goles de Xherdan Shaqiri.

El aviso pareció no llegar nunca al Maracaná. Ahí Ecuador parecía un equipo clasificado con el tiempo a su favor cuando no lo era. Un cuadro predecible e incapaz de sortear la defensa gala. La clasificación nunca estuvo cerca.

En la segunda etapa el escenario tampoco cambiaría mucho. En parte porque Francia siempre se las arregló para ser más incisivo y en parte también porque Ecuador confundió la necesidad con descontrol: Luis Antonio Valencia se iría expulsado a los cinco minutos del complemento.

Así avanzaría el tiempo y Ecuador no encontraría nunca el camino. Francia no pudo extender su racha de victorias pero sigue en carrera y ahora en octavos de final aparece Nigeria en el camino. Suiza también aprovechó su oportunidad y con un contundente 3-0 ante Honduras completó la celebración europea.