Adopciones irregulares
A medida que van surgiendo nuevos antecedentes en torno a la investigación por adopciones irregulares ocurridas en distintos puntos del país en la década de los '70 y '80, también en Ñuble resurgen las historias que eran 'vox populi' de casos anómalos y que al parecer la justicia de la época no logró desentrañar.
Como se recordará, fue una investigación de CIPER Chile la que reconstruyó casos de familias de la capital que se vieron conmocionadas al conocer que sus hijos, que creían muertos al nacer, habían sido dados en adopción de forma irregular, engañando a sus padres biológicos. En algunos de estos casos cumplió un rol relevante el sacerdote de la Congregación de los Sagrados Corazones, Gerardo Joannon, en connivencia con médicos de clínicas y hospitales que en la década de '70 y '80 se prestaron para apoyar estas adopciones.
Los casos fueron destapándose entre los años 2004 y 2005, luego que algunos de esos niños -hoy adultos- fueran en busca de sus padres biológicos. Lamentablemente todos tuvieron un factor común, familias de escasos recursos. En abril de este año, Arturo Fellay creó la Organización No Gubernamental (ONG) 'Nos Buscamos', que pretende lograr reunir los vínculos entre padres e hijos separados al nacer. A su juicio, en Chile se configuró un verdadero tráfico de bebés para enviarlos al extranjero.
En Chillán, una de las entidades investigadas fue el Hogar de Menores 'Nueva Esperanza'. De acuerdo a ex funcionarias del recinto, allí ocurrieron adopciones que podrían ser consideradas irregulares, en el periodo en que aún el Sename no regulaba a estas instituciones en el país. Ex trabajadoras han confesado que hubo un gran número de niños y bebés que fueron enviados al extranjero por las propias funcionarias del recinto, situación que motivó en su momento a la jueza titular de menores de entonces, Marcela Ramírez, a abrir un expediente con estos casos y a solicitar un ministro en visita. De estas indagaciones poco se conoce en la actualidad.
La justicia hoy, a través del ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, se abrió a investigar hechos ocurridos al interior de diversos hospitales del país, entre ellos el Herminda Martín. Sin embargo, los antecedentes que surgen podrían ir aún más allá y abarcar hogares de menores, vinculados a entidades religiosas.
En Chillán, en tanto, la Corte de Apelaciones también ha iniciado una investigación interna de los hechos para establecer qué labor cumplieron los jueces de la época por llegar al fondo de este drama. Es de esperar que las nuevas querellas iniciadas bajo la figura de secuestro permanente sean acogidas y se llegue en definitiva a conocer la verdad oculta tras el velo de los años y de la probable complicidad o silencio de distintos estamentos de nuestra sociedad.