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Prorrusos permitirán el acceso a restos del avión

ataque. La canciller alemana Angela Merkel y el Presidente ruso Vladimir Putin acordaron abrir una investigación.

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Los rebeldes prorrusos que controlan el lugar de la provincia ucraniana de Donetsk donde cayó el avión malasio derribado por un misil permitirán los trabajos de rescate e investigación en un radio de 20 kilómetros.

Así lo acordó el llamado Grupo de Contacto, formado por representantes de Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperacoón en Europa (OSCE) en una videoconferencia celebrada la noche del viernes con los prorrusos desde Kiev, según informó ayer Valentin Nalivaichenko, jefe de los servicios de seguridad ucranianos.

'Las negociaciones a tres bandas terminaron con el acuerdo de que se creará una zona de 20 kilómetros cuadrados para que Ucrania pueda cumplir su tarea humanitaria, recoger los cuerpos y entregarlos a sus familiares', dijo Nalivaichenko, según medios ucranianos. 'Para ello se ha acordado una zona concreta de 20 kilómetros, y esperamos que los terroristas (como denomina Kiev a los insurgentes) nos dejen trabajar. En el grupo trilateral hay representantes de Rusia y esperamos que cumplan su palabra' agregó.

Merkel y Putin

La canciller alemana, Angela Merkel, abordó ayer con el Presidente ruso, Vladímir Putin, la necesidad de garantizar una investigación independiente en el lugar donde cayó el avión malasio, y lo apremió a ejercer su influencia sobre los separatistas prorrusos.

Según el viceportavoz del Gobierno de Berlín, Georg Streiter, Merkel y Putin se mostraron de acuerdo, en una conversación telefónica ayer, en que se debía posibilitar la llegada de una comisión de la Organización Internacional de Aviación Civil al lugar donde se estrelló el aparato tras ser derribado por un misil el jueves.

Además, Putin coincidió con Merkel en la necesidad de que se reúna lo antes posible el grupo de contacto internacional -integrado por Ucrania, Rusia y representantes de la OSCE- para negociar un alto el fuego.

Investigación

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su par estadounidense, John Kerry, coincidieron ayer que todas las pruebas relacionadas con el desastre del avión malasio en Ucraniadeben ser puestas a disposición de una investigación internacional.

En una conversación telefónica los ministros 'consideraron imprescindible garantizar una investigación internacional absolutamente sin trabas, independiente y abierta de la catástrofe del avión malasio', señaló un comunicado de la Cancillería rusa.

También acordaron que 'todas las pruebas, incluidas las cajas negras, deben ser proporcionadas para su estudio en el marco de la investigación internacional, y que en el terreno se deben garantizar todas las condiciones necesarias para el acceso de los expertos'.

Lavrov subrayó que en la investigación debe participar el Comité Internacional de Aviación, del que también forma parte Ucrania. Lavrov y Kerry acordaron 'usar la influencia de Rusia y EE.UU. sobre las dos partes enfrentadas para instarlas a que se muevan en la dirección correcta'. Las autoridades también destacaron que el conflicto en Ucrania no tiene una solución militar.

Van al menos 330 palestinos muertos en ofensiva israelí

conflicto Esto en los primeros 12 días. Dos militares de Israel fallecieron.

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Al menos 330 palestinos, en su gran mayoría civiles, han muerto y más de 2.400 han resultado heridos en los 12 días que se cumplieron ayer de la intensa ofensiva israelí contra Gaza, según informaron fuentes médicas.

El número de víctimas mortales se ha incrementado de forma dramática desde que la noche del jueves el Ejército israelí sumara una operación terrestre a los continuos bombardeos de la Aviación y la Marina de Guerra.

Sólo en las primeras 24 horas de la incursión terrestre más de 70 palestinos han perecido en los ataques, concentrados en los barrios del norte y del sur de la Franja.

Los niños, que suponen casi la mitad de la población de la Franja, son la principal víctima de este conflicto, en el que ya han muerto cerca de 80 menores.

Los primeros soldados

Por otra parte, un oficial reservista israelí de 45 años y un soldado de 20 murieron ayer en un choque armado con milicianos palestinos que trataban de adentrarse en Israel desde la franja de Gaza, confirmaron fuentes militares.

El suceso, del que el movimiento islamista palestino Hamás había informado antes el hecho pero que Israel no lo confirmó hasta varias horas después, se produjo a unos 300 metros del lado israelí de la frontera de Gaza, cuando un comando se infiltró desde la franja.

El comando, formado por al menos nueve milicianos -uno de los cuales murió en el intento-, según el ejército, entró a través de uno de los túneles excavados bajo la frontera.

Se trata de los dos primeros militares israelíes que mueren por fuego enemigo desde que comenzó la fase terrestre de la operación Margen Protector, el pasado 8 de julio.

El jueves, pocas horas después de comenzar la ofensiva, murió otro soldado pero por fuego amigo, al ser confundido por la tripulación de un carro de combate.

Otros dos israelíes, en este caso civiles, han muerto víctima de los casi 1.500 cohetes disparados por las milicias. La incursión terrestre israelí en Gaza ha dejado también una decena de heridos en las filas del Ejército, entre ellos dos oficiales en estado grave y tres con heridas moderadas.

En tanto, el número de desplazados internos palestinos en Gaza superó ayer los 50.000, cifra máxima establecida por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados palestinos (UNRWA) en su plan de contingencia.

El portavoz del citado organismo en la zona, Chris Gunness, advirtió que 'la cifra de desplazados palestinos que buscan refugio en las escuelas de la UNRWA se ha duplicado en las últimas 36 horas y ahora supera los 50.000. Es el mismo nivel que durante el conflicto en 2008-2009 y sigue en aumento', señaló.

El portavoz agregó que 'la agencia está extremadamente preocupada porque si la ofensiva militar se endurece las cifras crecerán muy rápido, causando un daño mayor a la población del que ya padece', alarmando por la escasez de alimentos.