Directora de Cultura visita a las Artesanas de Quinchamalí
Distinción. Fueron felicitadas por el reconocimiento de Unesco como Patrimonio Humano Vivo que el Consejo de la Cultura y las Artes entrega desde 2009.
Hasta ahora la Región del Biobío ostentaba sólo un reconocimiento de Tesoro Humano Vivo en el año 2009, con la cantora campesina Angelina Parra, de la comuna de Penco. Este año se sumaron dos nuevos exponentes las Artesanas de Quinchamalí, de la provincia del Ñuble, y los componedores de huesos de Tirúa, Grupo de Ngütamchefe, reconociendo así una práctica médica ancestral del pueblo mapuche.
La directora del Consejo de la Cultura, Marcia Orellana, quiso aprovechar la oportunidad de ir personalmente a felicitar al grupo mujeres artesanas de Quinchamalí que recibieron esta importante distinción del Consejo de la Cultura y las Artes y de la Unesco como un nuevo exponente de Tesoro Humano Vivo, grupo de mujeres que han sabido mantener no sólo un oficio por más de cien años, sino que la identidad de una pequeña localidad cuyo sello es la artesanía en greda negra.
'La Región del Biobío puede estar muy orgullosa por estos dos nuevos reconocimientos, sabemos que hay muchos más, pero es indudable que las Artesanas de Quinchamalí se lo merecían, ya que esta técnica, cien por ciento manual, es reconocida incluso internacionalmente. Quiero destacar que esta distinción implica un trabajo que se inicia hoy en términos de la puesta en valor de un oficio ancestral', comentó la directora regional del Consejo.
La autoridad comentó que 'esto significa que aparte de generar un registro audiovisual y toda una campaña de difusión de esta técnica, estas mujeres se inserten en el aula, como portadoras de tradición, para motivar a las nuevas generaciones a valorar y aprender esta labor que brinda identidad a nuestro territorio. Es deber del Consejo de la Cultura agotar todos los esfuerzos para motivar a los jóvenes a mantener este hermosa tradición'.
Por su parte, Mónica Venegas, presidenta de la Unión de Artesanos de Quinchamalí, señaló que este reconocimiento es muy importante, sobre todo ahora que es muy difícil encontrar personas que tengan la aptitud y la voluntad de continuar con esta tradición donde sólo se utilizan las manos en todo el proceso.
'Para nosotras es un orgullo sentir que un jurado compuesto por expertos de distintas partes del país hayan puesto atención en lo que hacemos, a este grupo de mujeres que sigue trabajando de la misma forma en que lo hacían nuestros ancestros. Por eso me siento muy orgullosa de las mujeres que aún pueden trabajar, reconociendo el mérito de tantas otras anónimas, cuyas piezas son reconocidas en el extranjero sin conocer a su autor, figuras centenarias como la famosa Guitarrera de Quinchamalí', expresó Venegas.
Los reconocidos reciben un estímulo económico de $3.000.000 para cada cultor(a) individual y $7.000.000 para cada comunidad o colectivo. Desde 2009 a la fecha se han reconocido 32 Tesoros Humanos Vivos a lo largo del país.