Aumento en el uso de la marihuana
Mientras en los pasillos del Congreso la diputada PPD por el distrito 42, Loreto Carvajal, se paseaba durante la jornada de interpelación al ministro del Interior con una prenda alusiva a la marihuana, en el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) se preparaba la publicación del Décimo Estudio de Drogas en Población Escolar, realizado en 121 comunas, y que reveló una preocupante alza en el consumo de esta droga en estudiantes en el transcurso de los últimos dos años.
De acuerdo al informe, fueron los estudiantes de educación media quienes reconocieron un incremento en el consumo de cannabis sativa, que saltó de un 19,5% en 2011 a un 30,6% el año pasado. Lo anterior respondería a que entre los jóvenes disminuyó la percepción del riesgo que implica un consumo frecuente (de 48% en 2011 a 21,1% en 2013).
El aspecto más preocupante del estudio lo constituye el hecho que en los colegios particulares pagados sus alumnos duplican el consumo, al pasar de un 1,7% a 3,2% en el mismo período el número de jóvenes que reconoce el uso de esta droga.
A juicio de la directora de Senda, Lidia Amarales, estas cifras indican un fracaso de la política preventiva instaurada en el anterior gobierno del Presidente Sebastián Piñera, comprometida en la Estrategia Nacional de Drogas 2011-2014. Dos metas quedaron al debe, la reducción en un 15% en el consumo anual de marihuana en la población escolar, y de un 10% en la prevalencia anual de consumo de cocaína.
Sin embargo, lo que no refleja el estudio es el efecto que ha tenido en los jóvenes la fuerte presión mediática, iniciada incluso por los propios parlamentarios de algunas bancadas, por despenalizar su consumo, un tema que inclusive fue sometido a debate durante la pasada elección presidencial. De hecho, no han sido aislados los casos de legisladores en ejercicio que han manifestado abiertamente su intención por legalizar el uso de esta droga ilícita, ya sea con fines terapéuticos o no. Mal se puede culpar a un gobierno, del color político que sea, cuando existe esta presión interna permanente.
Lo concreto es que los jóvenes le están perdiendo el miedo al uso de drogas más fuertes y ello requiere una política de Estado clara y permanente sobre la materia. Es tiempo entonces que el gobierno actual transparente su intención sobre el tema y se produzca una análisis con altura de miras sobre los mecanismos de prevención que se buscan establecer a largo plazo para reducir estas cifras que hoy alarman.