El mes de agosto del año 2012 marcó un antes y un después en la vida del cabo de Carabineros, Jorge Fuentes Castillo. De visita en casa de sus padres, en San Fabián de Alico, se enteró que a su hermano José Francisco Castillo le habían sustraído más de 4 millones de pesos, situación que lo dejaba en un muy mal pie económico.

El funcionario de la policía uniformada conversó con su familiar, quien le propuso dedicarse al negocio de la compra y venta de bosques. Confiado en lo que le expuso, Castillo decide emprender esta nueva aventura comercial.

Pero no contaba con los recursos financieros para hacerlo. Por lo anterior, explicó, 'partí vendiendo mi vehículo, después solicité varios préstamos (en instituciones financieras, amigos, y familiares), llegando incluso a vender mi casa en Santiago'.

Con el negocio funcionando, precisó Fuentes, 'gracias a la inversión que realicé por alrededor de 58 millones de pesos, comenzaron los problemas'. En ese sentido, acusa que su hermano sólo le habría depositado $6 millones, pese a que ya se habían vendido algunos bosques, 'lo que por el alto nivel de deudas lentamente me va sumiendo en una crisis, no sólo económica, sino que también familiar'.

FUERA

A mediados del 2013, según explicó Castillo, su hermano prácticamente lo había sacado del negocio, situación que sumado a los otros inconvenientes, le causa un serio trastorno anímico.

'Imagínese, en un primer momento habíamos acordado que obtendría el 75% de las ganancias, después quedamos en el 50%, y a fines del 2013 estaba en banca rota por culpa de mi hermano. Fue un golpe muy duro', reflexiona con desazón.

El fracaso comercial, sin duda, le ha traído costos muy elevados al funcionario policial. En ese sentido, Fuentes afirmó que en términos monetarios ha sido caótico. 'Perdí mi casa, ahorros, y ahora debo hacer frente a una serie de pagos. Afortunadamente, la gente ha creído en mí y lentamente he podido responder en la medida de mis posibilidades, por lo que espero salir pronto de esta situación', recalcó.

ASPECTO JURÍDICO

Pese a al complicado escenario que enfrenta el Carabinero, el delito de estafa entre hermanos no está contemplado desde un punto de vista penal en nuestro ordenamiento legal.

Lo anterior, según puntualizó el abogado Giovanni Gotelli, 'ya que en nuestro Código Penal existe una figura denominada excusa penal absolutoria, que impide que se configure el delito de estafa entre hermanos, salvo en el caso que sean mayores de 60 años'.

Por lo mismo, explicó, de no cumplirse con ese requisito, 'sólo le queda al posible afectado demandar civilmente a su hermano, para que por esa vía pueda resarcirse del perjuicio causado'.

No obstante, precisó que para que se pueda estar efectivamente frente al delito de la estafa, no sólo se debe estar frente a una deuda, sino que debe existir un montaje destinado a defraudar. 'Si ese montaje no existe o no se puede comprobar, no se está en presencia de la estafa', remarcó el abogado penalista.

Con la convicción de retornar al sistema de reparto, como mecanismo para que vuelva a regir el destino previsional de los trabajadores, está el sociólogo Chillanejo, Benjamín Sáez.

El profesional formó parte de la delegación de la Fundación Sol que dio a conocer ante la Comisión de Reforma Previsional, impulsada por la Presidenta de la República Michelle Bachelet, que Chile está en condiciones de volver a implementar el reparto, como forma de administrar el dinero de las jubilaciones.

Al respecto, Sáez afirmó que si existiera la voluntad política, 'es posible modificar el actual sistema previsional, retomando la modalidad de reparto', enfatizó.

Lo anterior, ya que según los cálculos realizados por Fundación Sol, 'actualmente el sistema AFP tiene fondos por 6,6 billones de pesos, en circunstancias que sólo paga en pensiones 2,5 billones'.

Nuestra propuesta, plantea, es 'que se utilice el dinero sobrante para poder mejorar las jubilaciones de todos los trabajadores'.

Otro de los puntos en los que se basa la Fundación Sol para implementar nuevamente el reparto en Chile, apunta al comportamiento de la economía. 'Sería absolutamente factible aplicarlo, por ejemplo, si creciéramos en promedio a una tasa del 3,8%, hasta el año 2023, y 0,8% anual, desde esa fecha hasta el 2060'.

Por último, el profesional chillanejo defendió el retorno, ya que a su juicio, permitiría alcanzar tasas de retorno (ingresos tras jubilarse), ya que a su juicio, podría alcanzar un 70%, muy superiores a las de las AFP, cerró.