A cinco años y un día de presidio efectivo fue condenado Gabriel Muñoz Muñoz, de 22 años, por su responsabilidad en la muerte de Felipe Quilodrán, de 18 años, a quien le propinó una puñalada, tras sostener una riña ocurrida en una fiesta dieciochera, que se realizó en la comuna de Pemuco en septiembre de 2013.

En la audiencia llevada a cabo ayer, en el Tribunal Oral en lo Penal de Chillán, se procedió a dar lectura de la sentencia, luego que previamente se conociera, el pasado miércoles, el veredicto condenatorio en contra del joven pemucano, quien deberá cumplir la pena recluido en la cárcel de Yungay, que es el recinto penitenciario en el que está internado desde el 22 de septiembre del año pasado, cuando ocurrió el incidente, y fue dejado en prisión preventiva (ver recuadro).

Insatisfacción

La abogada de la Defensoría Penal Pública de Yungay, Romina Borgeat, que representó a Gabriel Muñoz a lo largo del proceso judicial, manifestó su insatisfacción respecto al fallo que emitió el tribunal.

'Como defensa, no estamos de acuerdo con el fallo, básicamente porque existen algunas circunstancias modificatorias de responsabilidad que debieron haberse considerado para rebajarle la pena, y haber obtenido un cumplimiento en libertad, como la atenuante de colaboración circunstancial, o la reparación celosa del mal causado', declaró la jurista.

Además, Borgeat señaló que si el juzgado hubiese tomado en cuenta sus argumentos, el acusado habría corrido distinta suerte.

'Habría obtenido una condena de cinco años, o de tres años y un día, que era lo pretendido por la defensa, y con eso lograr que cumpliera la pena en libertad, a través de la libertad vigilada', afirmó Romina Borgeat, quien además, afirmó que analizarán el fallo, con el fin de evaluar la posibilidad de interponer un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones de Chillán, que les serviría para que se realice un nuevo juicio, en el que -eventualmente- podrían reconsiderar los aspectos que ahora fueron dejados de lado por los tres jueces, que condenaron a Gabriel Muñoz unánimemente. 'Creemos que el fallo podría habernos beneficiado más, pero vamos a recurrir a la Corte de apelaciones si fuese necesario', aseveró.

Satisfechos

Por su parte, el abogado querellante, y representante de la familia de la víctima, Juan Pablo Ortega, declaró estar conforme con la resolución judicial.

'A nosotros nos parece apegado a Derecho el fallo, en el sentido de que concurría sólo una atenuante'.

Además, el abogado, que es miembro de la Corporación de Asistencia Judicial, destacó el hecho de que el tribunal rechazara las atenuantes, obligando a Gabriel Muñoz a cumplir la pena sin ningún beneficio. 'Nos satisface saber que se rechazó la reparación celosa, ya que ellos habían consignado una cantidad de dinero para reparar el daño, pero nosotros estimamos que no es procedente en el caso de homicidio, porque la familia no desea dinero, ya que así no se repara una vida', señaló Ortega.

Por último, informó que respecto a la familia 'está conforme porque no se le dieron beneficios al condenado en este caso'.

Alrededor de 50 desconocidos atacaron ayer el fundo Centenario en la localidad de Pidima, próximo a Ercilla, en la región de La Araucanía, propiedad del agricultor Juan De Dios Fuentes, hijo del ex intendente de Ñuble durante el gobierno de Salvador Allende, Juan de Dios Fuentes Rojas.

Según relató el afectado, el ataque se produjo pasada la medianoche de ayer, cuando se encontraba junto a su familia al interior de su vivienda, celebrando el cumpleaños de su hijo, cuando repentinamente ingresó hasta el predio un grupo de encapuchados que comenzaron a atacar el recinto con armas de fuego. Afortunadamente, ninguna persona resultó lesionada.

De acuerdo a lo señalado por Juan de Dios Fuentes hijo, el ataque tenía como objetivo robar parte de los animales que posee, además de infundir miedo en los residentes del fundo Centenario, debido a que se han negado a vender sus tierras, de 200 hectáreas, pese a los constantes ataques que han sido víctimas.

De hecho, el afectado precisó que este es el atentado número 101 que sufre en su propiedad, pese a que cuentan, desde el año 2005, con la protección de personal de Fuerzas Especiales de Carabineros, quienes también fueron atacados. Además, recordó que hace dos semanas sufrieron el robo de ocho caballos; de los cuales, algunos de ellos fueron recuperados. Según Fuentes, al momento de retirarse del lugar, los atacantes le gritaron '¡Estaba rico el caballo!', en alusión al robo anteriormente mencionado.

Por otra parte, el presidente de la Asociación de Víctimas de la Violencia Rural en La Araucanía, Alejo Apraiz, manifestó su repudio al ataque, pidiéndole al Gobierno que tome cartas en el asunto, ya que ninguna autoridad se acercó a la familia tras el ataque armado.