Debido a que la reforma al sistema binominal se está discutiendo con bastante celeridad en el Congreso -el proyecto de ley fue aprobado el miércoles de la semana pasada en la sala de la Cámara de Diputados-, un aspecto que debiera ser considerado en las indicaciones que se realicen en el Senado tendrá directa relación con Ñuble Región.
Como el proyecto para una eventual división regional se enviaría a fines de este año -según palabras de la Presidenta Michelle Bachelet- y su discusión en el peor de los casos tardaría unos dos años en el Parlamento, los legisladores deberán anticiparse a los efectos que esta separación del Bío Bío tendrá tanto para la nueva circunscripción y los nuevos distritos considerados en el proyecto que elimina el sistema binominal.
La reforma considera 28 distritos para la elección de diputados. En Ñuble se fusionarían los distritos actuales 41 y 42, a los cuales se les sumarían Cabrero y Yumbel, y se elegirían a 5 disputados para esta nueva disposición territorial.
Aquí surge una de las primeras discordancias entre la futura nueva Región y el binominal, por cuanto habría parlamentarios que representarían electoralmente a dos comunas que no formarían parte de la región propiamente tal.
Por otra parte, la iniciativa de elección proporcional disminuye de 19 a sólo 15 las circunscripciones. En el caso de la Región del Bío Bío, se consideraría al territorio como una sola circunscripción y se elegirían a 5 senadores.
En la eventualidad de dividir la región, el dilema que aparece es cuántos senadores deberían representarla. ¿Debería quedarse con dos senadores o, como lo propone el senador Felipe Harboe (PPD) debería aumentar a tres? En el último de estos casos, los representantes de la cámara alta podrían quedar con un electorado menor al de los diputados, lo que ya significa un problema.
En este escenario, los legisladores tienen una tarea por delante, cual es contemplar esta discusión en las nuevas indicaciones al proyecto de ley de reforma del sistema electoral y quizás hasta evaluar una solución distinta a la del resto del país para la Región de Ñuble. Esto, sin embargo, dejaría a la nueva región con una representación disminuida en relación a sus pares.
Por lo pronto, si la reforma se concreta el próximo año, comenzará a regir para las próximas elecciones parlamentarias del 2017, por lo que el panorama senatorial hasta el 2022 en la zona ya estará definido.