Delitos contra loscajeros automáticos
En Chile llegaron a haber 9.500 dispensadores de dinero, con el fin de que los usuarios pudiesen operar las 24 horas. Hoy existen 8.195 en el país, de los cuales 732 se ubican en la Región del Bío Bío y 148 en la provincia de Ñuble, en su mayoría en Chillán, donde prestan una gran utilidad.
No obstante, a raíz de la recurrencia con que se atacan a estas máquinas para robar dinero, entre mediados de 2013 y mediados de 2014, la banca ha retirado un total de 955 dispensadores de establecimientos como supermercados, farmacias y centros comerciales, con el fin de no estimular esos ilícitos.
Alrededor del 70% de los robos se registran en la Región Metropolitana y el resto en regiones. Como consecuencia de ello, hay sectores donde es difícil que los clientes de la banca encuentren un dispensador de dinero. La Asociación de Bancos ha señalado que la tendencia es que los clientes operen en forma electrónica y no con dinero efectivo, lo que hace pensar que en forma paulatina los cajeros irán desapareciendo, al menos en los sectores más conflictivos.
El robo de dispensadores es frecuente porque reporta millonarios botines a los ladrones que, de ser sorprendidos, han sido procesados por robo en lugar no habitado, con una baja penalidad. Hay que pensar también que tras el violento atraco a un cajero, existe otro delito, porque a alguna persona se le asaltó y se le robó su vehículo, que se usó para embestir el dispensador, y ocasionalmente se emplea otro automóvil más para iniciar la huida y cargar las bandejas con billetes. Los métodos de robo han variado. Antes, los aparatos eran arrancados con un lazo de acero, luego empleaba el oxicorte y ahora lo más frecuente es hacerlos estallar.
No es tan sencillo como pensar que en estas situaciones operan los seguros, porque también hay que considerar que los robos son cada vez más violentos y osados, incluso captados por cámaras de vigilancia, y no pocas veces en presencia de público. En consecuencia, queda la sensación en la ciudadanía de que opera un principio de impunidad.
Autoridades de gobierno, policiales y bancarias han sostenido una serie de reuniones para adoptar medidas que permitan neutralizar estos actos, hasta ahora sin grandes avances, si se considera que estos delitos se cometen casi a diario. Es de esperar que las iniciativas que se toman sean más efectivas.