Una interesante radiografía sobre la problemática falta de especialistas que padecen los hospitales públicos del país y algunas alternativas de solución se debatieron ayer en la Universidad San Sebastián, en Concepción, donde participaron académicos y decanos de las distintas facultades universitarias de la Región junto al ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, hoy vinculado al Instituto de Políticas Públicas en Salud de la casa de estudios organizadora.
En la oportunidad, el exsecretario de Estado graficó la magnitud de la falta de especialistas comparando cifras nacionales con países más desarrollados. En este contexto, afirmó que en Chile hay 1,6 médico por cada mil habitantes, mientras que en naciones de la OCDE alcanza a 3,2. Aún así, puntualizó, la cifra no logra dimensionar la inequidad que ostenta el actual sistema, donde son las principales ciudades y capitales de región y del país las que concentran a los médicos especialistas, en desmedro de ciudades más pequeñas o apartadas.
A ello se suma el que la relación actual en Chile es de un médico por cada 772 afiliados a Isapre y uno por cada 1.442 beneficiarios de Fonasa. Por ello, en la Región del Bío Bío, por ejemplo, se cuenta con una tasa de menos de un médico internista (0,70) por cada 10 mil habitantes, según estimación realizada sobre la base del Registro de Prestadores Individuales de la Superintendencia de Salud.
Los académicos presentes, junto con ratificar estos números, reiteran que el diagnóstico del problema existe hace mucho pero acciones concretas son aún insuficientes, por lo cual apuntan a generar un debate para establecer una política formativa a 30 años plazo.
Uno de los logros de la administración anterior en materia de salud, coincidieron, fue el término de las becas autofinanciadas. Al mismo tiempo, se planteó la inédita iniciativa que se da en la Región del Bío Bío, donde gracias a aportes del Gobierno Regional, el Ministerio de Salud y las universidades, se invierten $15 mil millones en un programa de formación de especialistas, donde las casas de estudio aportan con infraestructura y recurso humano.
Se sabe que nuevos hospitales recientemente entregados, como el de Puerto Montt, requieren todavía un centenar de médicos para funcionar. Y el futuro Hospital de Chillán, que se prevé estará entregado en 2019, iría por la misma senda de no comenzar hoy a suplir esta carencia.
Entre las propuestas surgidas en torno a este debate, se escuchó ampliar considerablemente la oferta de formación de médicos, revisar las políticas de restricción a médicos graduados en el extranjero y entregar progresivamente más responsabilidades asistenciales a profesionales de Matronería, Enfermería, Tecnología Médica, Kinesioterapia, Química y Farmacia, tales como monitoreo de tratamiento de enfermedades crónicas. Así también, se hizo un paréntesis con las bajas remuneraciones de los médicos formadores en las distintas academias, lo que podría atentar precisamente con la necesidad contar con médicos de experiencia en las aulas.