El ambiente al interior del municipio tras la filtración de correos no es de los mejores. Las desconfianzas y la tensión se han instalado en la municipalidad y eso se ha notado en el último tiempo.

Las malas relaciones entre funcionarios son visibles y eso se ha visto reflejado con los hechos acaecidos en la Oficina Municipal de la Mujer, que involucran directamente a dos empleadas de dicho departamento y la jefa de Protocolo, María Teresa Troncoso.

Y es por está última que se estaría produciendo un descalabro en el municipio, ya que según trascendidos, la jefa de Comunicaciones y Relaciones Públicas, Maritza Sepúlveda, renunció a su cargo, debido a las pésimas relaciones sostenidas con Troncoso.

Asimismo, se informó que el Administrador Municipal, Iván Badilla también dejará su cargo próximamente, decisión que hace meses venía meditando, pero que finalmente se concretaría a fines de mes.

Para entender las razones de la renuncia de Sepúlveda hay que remontarse al 15 de septiembre pasado. Ese día en concejo se dio a conocer un oficio enviado por la encargada de la Oficina de la Mujer, Paula Cifuentes, en donde se exponían correos electrónicos enviados entre tres funcionarias municipales, dentro de las que se encontraba María Teresa Troncoso.

Ésta última tras enterarse interpuso una denuncia en la Policía de Investigaciones (PDI), acusando directamente de la filtración de mails a la jefa de Comunicaciones Maritza Sepúlveda. Según esta última, ella recibió los oficios, pero en ningún momento filtró o hackeo los correos de las funcionarias aludidas. Además, Sepúlveda defendió a Paula Cifuentes, la cual desde hace bastante tiempo venía sufriendo acoso laboral por parte de Troncoso, como denunciaba en los escritos entregados al alcalde Sergio Zarzar.

En es ese aspecto, que Zarzar se abanderó con María Teresa Troncoso y le quitó el piso a Sepúlveda, hecho que gatilló finalmente que la jefa de Comunicaciones y Relaciones Públicas, presentara su renuncia el día de ayer en el municipio. No obstante, Sepúlveda declaró que seguirá ejerciendo sus funciones hasta fin de mes.

Desde que llegó Iván Badilla al mando de la Administración Municipal siempre hubo un fuerte rechazo hacia su capacidad de liderazgo en el cargo. Eso quedó de manifiesto en el Concejo Municipal, en donde los concejales criticaban su nula capacidad de gestión.

Sin embargo, Badilla pese a las críticas se mantuvo fuerte en su puesto durante más de dos años, en los cuales le tocó enfrentar innumerables problemas, tanto a nivel de administración como políticos. Lo de Paola Becker es un secreto a voces. No obstante, la actual jefe Gabinete, declaró que 'ahora está abocada en trabajar en la agenda corta que le pidió el alcalde Zarzar y no ha pensado en dejar su cargo en el corto plazo como se ha rumoreado fuertemente en la interna municipal'.

Con la renuncia de Sepúlveda y Badilla, el escenario para el alcalde Sergio Zarzar se vuelve complejo. Dos de sus funcionarios de confianza dejan sus cargos, tras años de servicio a su lado. En el caso de Sepúlveda, las relaciones al parecer desde hace un tiempo a la fecha ya estaban cortadas y se dilataron aún más debido a los sucesos ocurridos con María Teresa Troncoso.

Lo de Iván Badilla, por su parte, era un tema que hace tiempo se venía madurando de parte de Zarzar y del Administrador Municipal, por lo que su salida era algo que estaba previsto que se produjera.

Por su lado, la salida de Paola Becker, sería un gran golpe para el alcalde de Chillán, ya que la Jefa de Gabinete es su gran apoyo político en el municipio.

$142 millones 580 mil 866 fueron los que, en primera instancia, condenó a pagar el Juzgado de Letras del Trabajo de Chillán al municipio chillanejo por el despido del ex Jefe de Administración Finanzas del Daem, Gabriel Espinoza.

Tras la resolución, la municipalidad inmediatamente interpuso un recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva, dictada el ocho de agosto pasado, la cual acogía la demanda por despido injustificado presentada por Espinoza.

Es así, que la Corte de Apelaciones decidió finalmente rechazar la demanda, tras considerar que los argumentos del funcionario del Daem no eran lo suficientemente sólidos como para atribuir que su despido fuera indebido y arbitrario.

Según lo señalado en la sentencia de la Corte de Apelaciones, Espinoza no pudo acreditar que su despido efectivamente fue injustificado, hecho que fue fundamental para que el Tribunal fallara a favor del municipio. 'De acuerdo a los antecedentes y a la prueba rendida en autos y conforme lo establecen los artículos 171 y 456, del Código del Trabajo y 1698 del Código Civil, le corresponde al actor probar el despido que alega ante la negativa del empleador en orden a que no despidió al trabajador, no habiendo acreditado el primero tal circunstancia como era de su cargo', señala el dictamen.

Finalmente, la sentencia de Corte termina señalando que 'se rechaza la demanda interpuesta por don Gabriel Espinoza Bustos en contra de la Municipalidad de Chillán representada por su Alcalde don Sergio Zarzar Andonie en cuanto a declarar que el despido sufrido por el actor es indebido y, en consecuencia, no se condena a pagar a las prestaciones que indica'.