Gran preocupación generó en la comunidad del sector costero de Trehuaco, luego que cerca de dos kilómetros de la playa amanecieran cubiertas con peces muertos.
El fenómeno originó que miles de sardinas, congrios y jaibas encallaran. De hecho, fueron descubiertas por los pescadores de Boca Itata, en la desembocadura del río y Mela, quienes dieron aviso al Servicio Nacional de Pesca, para que inicien las indagatorias respecto a la sucedido.
Máximo Santibáñez, profesor de la Escuela rural de Mela, de Trehuaco, relató que la situación lo tomó por sorpresa. 'El lunes, eran casi las 8 de la mañana cuando vi una bandada gigante de gaviotas, pero hoy (ayer) en la mañana me dijeron que había una gran cantidad de peces muertos, entre sardinas, congrios y jaibas, así que decidí ir a mirar y me di cuenta de que habían miles a lo largo de la playa. Habían restos de todos los tamaños', manifestó Santibáñez.
Hasta ahora no se tiene claridad acerca de las causas de esta enorme cantidad de peces varados, que durante la tarde de ayer terminaron de desaparecer, luego que las aves consumieran todos los restos.
Extrañados
'Hace más de 30 años que no veía algo así', dijo, Nelson Rubilar, pescador de Mela, quien aseguró que esta situación es provocada por el hombre.
'El ducto de la celulosa Arauco envenena todo. Si fuera una situación normal, se verían sardinas y congrios, pero ahora se vio incluso róbalo, que es un pez que no muere en la orilla de la costa', enfatizó Rubilar.
El pescador artesanal manifestó, además, que esta situación los afecta directamente, y que desde la construcción de la planta Nueva Aldea, de Celulosa Arauco, en 1999, la cantidad de peces ha disminuido considerablemente.
'Esta varazón nos afecta en la productividad, porque si uno sale a pescar no tiene a quién venderlos, y si los come, lo hace con desconfianza', señaló Rubilar, quien agregó que hace diez años podía pescar cien peces diarios; sin embargo, 'hoy en día salgo a pescar y muchas veces pesco uno solo, o incluso ninguno'.
Opinión similar sostiene Renato Bustamante, quien comentó que durante la mañana del lunes se percató de lo que estaba ocurriendo; no obstante, afirmó que no recordaba una varazón de tal magnitud como la que presenciaron hasta ayer en la tarde. Respecto a las posibles causas, Bustamante manifestó que 'aquí siempre se ha tenido el temor de la celulosa, que vierta más riles, porque eso afecta la fauna marina'.
Investigación
Profesionales del Laboratorio de Oceanografía de la Universidad de Concepción retiraron muestras de los peces que encallaron en Boca Itata y Mela. Los expertos, en conjunto con funcionarios de Sernapesca, establecerán si el fenómeno se originó a raíz de un hecho natural; o bien, hubo intervención del hombre. Por ahora, no se pueden descartar teorías.