Una nueva etapa vivirá próximamente el Club Aéreo de Chillán. Su presidente Víctor Hugo García dice que no sólo el nuevo terminal aéreo permitirá ampliar sus dependencias para los socios. También resalta los inéditos depósitos de combustibles y analiza el auspicioso futuro que espera ala Ñuble.
Estamos muy contentos por la ciudad y por nuestro Club, porque aportará al progreso de nuestra comunidad. Esperamos a la brevedad el traspaso del terreno del municipio a la DGAC, que permitiría prolongar la pista de aterrizaje en 600 metros y llegar a los 2.400 metros, además de que puedan aterrizar aviones de mayor tonelaje.
Nuestras oficinas están concesionadas a la Dirección General de Aeronáutica Civil y queremos ampliarlas para mayor comunidad de los socios.
Llevamos cerca del 50% de avance de la nueva obra para combustibles para la aviación, uno para motores a pistón y la gran novedad será otro para motores a turbinas (para helicópteros y aviones que extinguen incendios forestales). Es un gran adelanto porque acá en la zona no existía un depósito de este tipo y entre Santiago y Temuco, sólo había en Concepción. Ahora habrá uno en línea recta.
Esperamos inaugurarlos para el Festival Aéreo (9 de noviembre), ocasión propicia para entregar a la comunidad este importante adelanto.
En la obra se invirtieron $75 millones con capitales propios y a través de un comodato con la empresa Petrobras.
Hay líneas interesadas en iniciar vuelos comerciales como Aerocardal de la familia Kaufmann. Esto es un proceso lento para que la gente empiece a hacer uso de los servicios aéreos y lleguen a ser rentables. También tenemos la idea de entusiasmar a otras líneas aéreas que hagan escala hacia Puerto Montt o de regreso a Santiago.
Absolutamente. Chillán ha crecido, hay más poder adquisitivo, su economía empieza a diversificarse y tenemos exportaciones que ayudarían a disponer de vuelos de pasajeros y carga.
Por supuesto que sería un gran factor a considerar para la exportación (de fruta fresca).
En conversaciones con él, ha manifestado su interés que Chillán sea un aeródromo alternativo. La propia ampliación de la pista conllevaría a la instalación del sistema INS, que se usaba en Concepción y que nos permitiría vuelos instrumentales.
Claro y además sería un gran adelanto para pasar de aeródromo a aeropuerto con policía internacional, oficina SAG y Aduana para vuelos internacionales. Esto no es nuevo, recuerde usted que en invierno llegan vuelos chárter y se instalan estos servicios.