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Seremi de Salud comprometió fiscalización a fábrica de cecinas

chillán. Vecinos del sector Libertad Oriente expusieron al secretario regional las molestias que deben soportar, como los malos olores, moscas y presencia de roedores.

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"Los malos olores que salen de la fábrica de cecinas no han terminado y es insostenible vivir en un ambiente tan contaminado". Fueron parte de los argumentos que los vecinos del sector Libertad Oriente expusieron ayer al seremi de Salud Bio Bio, Mauricio Careaga.

La cita que se agendó en un programa radial local donde se encontraba como panelista el seremi, se produjo a raíz de la publicación del lunes de, donde se informó sobre los hedores y otros vectores que son casi parte del ambiente de este sector habitacional, que emanarían desde la fábrica, y que quedó graficado con los antecedentes que llevaron los vecinos al seremi, a quien le aseguraron que no están dispuestos a seguir soportando malos olores.

"Me pareció bien provechosa la reunión y con un cambio más positivo. Vamos a seguir viendo qué pasa en el tiempo y la idea es que nosotros tengamos derecho a descansar y no tener malos olores, como en el lugar donde estamos viviendo. El seremi dijo que iba a estar al tanto del tema, de cómo se está viviendo y lo que hacen con los residuos, están al tanto de eso y la idea es que se pueda fiscalizar y que se cumplan las normas y que se logre que podamos descansar y podamos abrir nuestras ventanas, y que no hayan moscas y malos olores", afirmó Solange Garrido, vecina del sector.

La idea de aumentar el flujo de fiscalización fue parte de lo que se discutió en la cita, lo que deja un poco más tranquilos a los vecinos, quienes acusan que en sus casas hay plagas de moscas y roedores a raíz de la empresa. A esto se le suma la quema de los desechos, dos veces a la semana, días en que el hedor se intensifica.

"Quedé tranquilo con la reunión y creo que tiene que salir algo positivo de esto. El seremi nos dijo que la empresa podría estar fuera de las normas, para el sector donde está instalada, pero eso hay que revisarlo y pedir los expedientes para que lo examinen los expertos, y que tal vez esté fuera de lo que solicitó en un inicio. Se nos dijo que la Autoridad Sanitaria va a revisar lo que les corresponde a ellos, el otro trámite es de la municipalidad, ya que ella debe ver si esa empresa cabe en ese lugar", recalcó Javier Troncoso, vecino cuya casa colinda con la fábrica.

Otro de los puntos que se plantearon fue que las molestias no solo pasan por la contaminación del aire, sino que a esto se agrega los constantes ruidos que generan los motores de la empresa, los que sobrepasan la norma y que no les permite dormir, ya que éstos funcionan casi las 24 horas del día.

"En todo caso vamos a seguir con el tema de la municipalidad y vamos a ir a la Contraloría Regional a presentar este reclamo, ya que creemos que la empresa no debe estar funcionando ahí. Creo que estamos mal enfocados con la dirección de fiscalización de Salud, creo y sigo creyendo que no cumplían la función que les correspondía, porque no era posible que cuando presentábamos los reclamos, justamente cuando iban a controlar a la fábrica, los ruidos disminuían en un porcentaje tremendamente grande", afirmó Javier Troncoso.

Ajustado a derecho

Cada uno de los cuestionamientos de los vecinos fue anotado por el Secretario Regional de Salud, Mauricio Careaga, quien comprometió un completo análisis del funcionamiento de la fábrica y la revisión exhaustiva de que todos los documentos y autorizaciones de la empresa estén bajo regla.

"(Hablamos sobre) una empresa que está afectando la calidad de vida de los vecinos, hay muchas dudas en el tema jurídico y hay reclamos que no habían sido atendidos. La respuesta no fue la que los vecinos esperaban. Les he hecho presente eso, pero a la vez he pedido mayores informaciones, que se haga una investigación y que se aporten todos los elementos que tienen los vecinos. Le he ordenado al departamento jurídico regional que también me haga un acopio de toda la información para darle solución en justa medida", sostuvo Mauricio Careaga.

Según los vecinos, la empresa ha ido aumentando su capacidad de trabajo y por lo tanto generando un incremento en las molestias. Episodios como la clausura de la fábrica por no tener patente y un episodio en que el sistema de refrigeración no funcionó, hoy se encuentran en manos de la Secretaría Regional de Salud.

"Si el empresario está cumpliendo con la norma, le diremos a los vecinos que la empresa cumple con todo, en tanto si hay falencias, con incumplimiento, en los cuales nos toque a nosotros actuar, lo vamos hacer con toda honestidad y vamos a convocar al empresario para explicarle en qué márgenes se está escapando de la normativa vigente", aclaró Careaga.

El sumario sanitario que tiene la empresa a raíz de las fiscalizaciones en las que se comprobó que la fábrica superaba la norma de emisión de ruidos, más la resolución del 2 de septiembre de 2014 en la cual la unidad de seguridad alimentaria de la Autoridad Sanitaria notificó al municipio que la industria contaba con resolución sanitaria, cuyo documento originó la patente provisoria hasta fin de año, son algunos de los antecedentes que serán nuevamente revisados.

"Lo que no podemos permitirnos es no escuchar a la gente, en esto como Seremi, con todo el equipo y delegado provincial, estamos bajo una misma línea. Estamos al servicio para proteger a la comunidad y nos interesa mantener un contacto directo con la gente, porque somos los cauteladores de la calidad de vida y de la salud de las personas", subrayó el Seremi.

todo es artesanal

El argumento que la empresa utiliza para defenderse de trabajar sin patente es que habría existido un error municipal al eliminar una de las tres licencias que tenía el dueño de la fábrica de cecinas, situación que posteriormente se habría subsanado.

"Esta es una empresa artesanal, no se trabaja a gran volumen ya que todo lo que se hace es artesanal y es para vender en mi negocio y no en otra parte. Si me citan a reunión con los vecinos, estoy dispuesto a asistir y llegar a un acuerdo y ver cómo lo podemos solucionar", dijo Alfredo Parra, dueño de la fábrica de cecinas.

Si bien en uno de los comparendos que sostuvieron los vecinos con el dueño de la empresa, éste último se comprometió a funcionar en determinados horarios para no molestar con el ruido de los motores, según los pobladores esta promesa nunca se cumplió.

En tanto, la empresa tiene planificado instalar paneles de poliuretano inyectado, lo que disminuiría radicalmente los sonidos molestos.

"Creo que el problema mayor radica en que ellos ( vecinos) han estado construyendo en la muralla de deslinde de la fábrica y esa muralla la construí yo y ellos no pusieron ningún peso, y por eso es que sienten tanto ruido, ya que viven prácticamente codo a codo con la empresa", argumentó Parra.

Si bien el Seremi de Salud se comprometió a intensificar las fiscalizaciones mientras estudia los documentos de la empresa, algunas inspecciones comenzaron desde el lunes.

"Me parece bien que el seremi revise los antecedentes de la empresa y siempre estoy abierto a conversar con los vecinos de todos los problemas que existen. El mismo día que apareció la publicación fueron inmediatamente los inspectores del Servicio de Salud y constataron que no es efectivo lo que se denuncia. Tengo un acta que se levantó y no es primera vez que se hace, esto se ha repetido todas las veces que los vecinos hacen una denuncia", recalcó el dueño de la cuestionada fábrica de cecinas.

"Lo que no podemos permitirnos es no escuchar a la gente (...) estamos al servicio para proteger a la comunidad y nos interesa mantener un contacto directo con la gente, porque somos los cauteladores de la calidad de vida y de la salud de las personas"

Seremi de Salud

Denuncias ante la Autoridad Sanitaria y ante la inspección municipal fueron realizadas por los vecinos. En esta última se comprobó que la fábrica funcionaba sin patente municipal, lo que originó el cierre del recinto. Sin embargo, pasaron los días y los vecinos dieron cuenta a Carabineros que los sellos fueron sacados y la empresa siguió funcionando. El caso llegó ante el Segundo Juzgado de Letras de la ciudad, donde se llegó a un acuerdo en el funcionamiento de la empresa, promesa que a juicio de los vecinos no se habría cumplido a cabalidad y por ello han insistido en sus cuestionamientos.

18 mayo

Los vecinos enviaron al alcalde Sergio Zarzar, una carta en la que le solicitaban no entregar una patente a la fábrica, por los malos olores y ruidos molestos que generaba la empresa.

24 vecinos

son los que se ven directamente afectados con los ruidos molestos, malos olores, moscas y roedores, que emanarían presumiblemente desde la fábrica de cecinas.