60 delincuentes se reparten el centro
Cuando los directivos de la Cámara de Comercio de Chillán solicitaron una reunión con el Comisario de Carabineros, mayor José Miguel Valenzuela, para pedirle más apoyo en el control de los robos que han sacudido el centro de la ciudad en los últimos meses, se encontraron con que los exhortados a cumplir un trabajo más exhaustivo fueron los propios comerciantes. Ello, luego que el mayor de Carabineros les entregara una carpeta que contenía las identidades, prontuario y un análisis delictual de los movimientos de 60 sujetos que han reincidido más frecuentemente en cometer ilícitos en la ciudad, pero que los tribunales han dejado rápidamente en libertad. El mayor Valenzuela llegó a reconocer en alguna oportunidad que había delincuentes que han pasado más de 10 veces por tribunales, sin que ello se traduzca en una condena.
La intención del oficial de Carabineros no era sin embargo la crítica, sino la cooperación. Con los antecedentes en sus manos, la Cámara de Comercio de Chillán tiene la posibilidad ahora de seguir las andanzas de los "60 delincuentes reincidentes" y pedir al Ministerio Público que se apliquen contra ellos medidas cautelares de excepción que permitan dar tranquilidad en el quehacer comercial. Por ejemplo, en algunas ciudades se ha aplicado la medida de prohibir el acceso al centro, el lugar donde cometen sus fechorías.
El documento es muy específico en cuanto a los horarios en que operan, que siempre coincide con el de mayor afluencia y el de cambio de turno de los policías; así también sus edades, que fluctúan entre los 15 años aunque en general superan la mayoría de edad. Así también, el informe detalla sus características físicas para que sean fácilmente reconocibles.
La intención de Carabineros al socializar esta información persigue que el gremio del comercio pueda hacerse parte en los juicios en contra de estos delincuentes habituales, para frenar de algún modo la puerta giratoria de la que parecen gozar ante la justicia y mantenerlos fuera de su rango de acción.
A nivel socioeconómico, se conoce que las historias de vida familiar y las inequidades que han vivido estas personas han sido un factor preponderante para su estilo de vida actual. En este aspecto, queda de manifiesto aún un trabajo de las autoridades en función de lograr una mayor inclusión social y un trabajo más acucioso a nivel familiar para evitar a futuro que más jóvenes caigan en el delito como un modo de ganarse la vida.