Desde muy temprano la ciudad de Chillán comenzó a recibir a los miles de hinchas de la Universidad de Chile que en masa arribaron hasta el estadio mundialista para ver el duelo que enfrentaba al cuadro universitario con el equipo de la provincia, Ñublense. Lamentablemente ocurrieron desmanes en la previa al inicio del juego, pero éstos no empañarían la fiesta del fútbol vivida en las gradas que fueron repletadas por las fanaticadas. En total fueron controladas casi 11 mil personas, pero fácilmente el Nelson Oyarzún estuvo a capacidad total, vale decir, 12 mil personas.