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Lavín inició la entrega de casas de emergencia

El corte de cinta en la mediagua que recibieron Sebastián Bahamondes y Lidia Cartes, en Ránquil, marcó el inicio de una nueva etapa en sus vidas. La desazón se contrapuso al júbilo con que ayer recibieron la primera vivienda de emergencia de parte de Joaquín Lavín, ministro de Desarrollo Social.

Joven donó órganos que ayudarán a cuatro vidas

Julio Vallejos, de 23 años, falleció producto de un traumatismo cerebral tras caerse de un caballo en Cartago, a 25 kilómetros de Pemuco. Sus cinco hermanos y padre decidieron donar los órganos de Julio. El proceso médico de procuración culminó con el traslado de los órganos hacia diferentes ciudades de Chile.

Cita con dueños de casinos culmina en insultos y peleas

Entre gritos e insultos terminó el Concejo Municipal extraordinario que se

La intolerancia mata

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El atentado terrorista en Paris causó muerte y destrucción en un medio de comunicación. Y provocó conmoción en la conciencia del mundo.

La libertad de expresión es un derecho consagrado mundialmente. La Humanidad adopta tales conceptos elementales porque nos permiten avanzar, crecer y ser mejores. Entre tales conceptos, el de la libertad de expresión es uno de los más fuertes, ya que permite intercambiar ideas, discutirlas incluso, hasta alcanzar la luz de los acuerdos.

Y es uno de los más remotos, ya que los antiguos pensadores que sustentaron las bases de la sociedad universal, ya aseveraban que "podrían dar su vida por conocer la opinión del otro". No respetar aquel concepto y, por el contrario, avasallarlo, combatirlo por las armas y matar al individuo que profesa unas ideas, es regresar a una época tan oscurantista, que no tiene cabida en el mundo de hoy.

La intolerancia ataca cobardemente, con superioridad brutal y ensañamiento enfermizo. Lo hace en la soledad del paraje urbano, cobardemente. En la ignorancia de que eliminando físicamente a quien profesa unas ideas, se eliminará aquella opción racional.

Concordemos, en consecuencia, que la intolerancia es la negación del pensamiento, es el imperio y triunfo del oscurantismo por sobre la inteligencia.

El mundo entero, casi al unísono, se ha levantado horrorizado condenando el acto de barbarie ocurrido en Francia. Y ha fortalecido el concepto inverso, que es la tolerancia.

La tolerancia es, en consecuencia, el requisito imprescindible de la libertad, del desarrollo y del progreso. No sólo de una nación, sino de toda una sociedad que crece y que avanza en la dirección que la engrandece. La sociedad de la inteligencia.

Repito conceptos ya emitidos en estas mismas páginas, porque no hay que cansarse en la tarea superior del desarrollo humano. En tal sentido, considero que ser tolerante significa aceptar la diversidad, tratar de comprenderla e, incluso, de oponerle razones cuando lo estimamos pertinente.

Y las religiones deben también optar por el camino del progreso humano, social, material y evolutivo, como especie. Desde el seno mismo de las creencias, la tolerancia debe ser el tapón a la sinrazón que nos regresa a las cavernas.

Si con tolerancia abordamos la diversidad de las demás religiones, la nuestra será también respetada. Y en conjunto sabremos construir aquella gran verdad que nos produce una dinámica diferente, mayor y positiva.

Miguel Ángel San Martín González,

¿Quién asesora a los parlamentarios?

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La pregunta surge de manera lógica al analizar algunos de los proyectos de ley que durante el 2014 presentaron legisladores de Ñuble y que llamaron la atención de los ciudadanos, y parece que el presente 2015 no será la excepción.

En julio de 2014, el diputado Jorge Sabag propuso legislar sobre la proliferación de los llamados "memes" o burlas virtuales que aparecen en las redes sociales como una manera de expresión satírica ante hechos de la contingencia. Su iniciativa duró solo 24 horas y debió retirarla, a raíz de que el propio legislador terminó siendo blanco de los ataques de los cibernautas en directo rechazo al proyecto.

También el año recién pasado la diputada Loreto Carvajal estuvo entre el grupo de legisladores que plantearon la idea de restringir el uso de saleros en los restaurantes, casinos de colegios y empresas para reducir su impacto en la salud. Nuevamente, el proyecto fue objeto de numerosos detractores.

Recordado resulta el proyecto del diputado Gaspar Rivas (ex RN) que en 2011 propuso prohibir a los periodistas insistir "en forma imprudente, invasiva y hostigosa" en caso de que la fuente le señale expresamente que no quiere ser entrevistado. Poco antes la ex reina de belleza Cecilia Bolocco había sufrido un altercado con la prensa en el aeropuerto.

Este 2015 pareciera que los proyectos parlamentarios que buscan restringir las libertades de las personas no cesarán. Ya ha llamado la atención profusamente el proyecto de ley de medios digitales, que obliga a quienes realicen más de 4 publicaciones semanales a inscribirse como medio de comunicación formal según la Ley 19.733, algo en lo que muchos analistas discrepan por constituir un freno al derecho a expresarse en forma libre y una verdadera "ley mordaza".

Ayer, en tanto, la diputada Loreto Carvajal anunció un proyecto para retrasar hasta los 18 años la edad mínima para contraer matrimonio, iniciativa que a todas luces se contrapone por ejemplo a la ley de responsabilidad penal adolescente, que por un lado define a los menores de 18 con responsabilidad para asumir los efectos de sus delitos, pero contrariamente no los encuentra suficiente maduros para tomar la decisión de contraer lances.

Ante el nivel de proyectos que observamos que surgen cada cierto tiempo en el Congreso Nacional, cabe preguntarse qué clase de asesorías reciben los parlamentarios en la elaboración de sus proyectos y si éstos representan realmente los intereses de quienes han votado por ellos. Pocos proyectos se conocen de estos mismos parlamentarios que vayan en directo beneficio de los electores de sus distritos.