Luego de 4 años, se reactivó la Mesa de Riego del Laja- Diguillín
Ayer se constituyó la mesa Público-Privada Laja Diguillín, cuyo objetivo es ser una instancia de coordinación y diálogo permanente en torno a la obra del canal Laja Diguillín y a sus implicancias productivas y sociales.
El pasado 22 de octubre el Intendente Rodrigo Díaz se reunió con los dirigentes de los blancos de San Ignacio y Bulnes, donde plantearon la necesidad de retomar una práctica que se había olvidado los últimos 4 años, cuya finalidad es ir visualizando, proyectando, analizando y evaluando lo que ha sido la implementación del proyecto Laja Diguillín.
Paulo De la Fuente, coordinador de la Macro Región Centro Sur de la Comisión Nacional de Riego (CNR), dijo que: "Estamos contentos de activar nuevamente esta mesa de diálogo y comunicación permanente entre los regantes del Laja Diguillín. Como CNR somos el organismo especializado en el área y buscamos estar cerca de las necesidades de riego de los agricultores del territorio, cumpliendo con los compromisos de igualdad y equidad para todos".
Ariel Durán, coordinador regional para los Recursos Hídricos, indicó que "los regantes han participado de manera muy activa a través de la junta de vigilancia y las organizaciones de regantes, en la definición de lo que podría ser un programa de apoyo tecnológico que sea capaz de retomar la actividad y el trabajo con ellos, de manera que puedan contar con asesorías y capacitación en los temas de riego".
Miguel Ocares, representante del canal San Rafael, se refirió a este encuentro. Dijo que "para nosotros como 'blancos' nos parece que es una instancia muy buena, que nos permite avanzar con nuestros requerimientos junto a las autoridades. Toda la información que recogemos aquí se las traspasamos a nuestras comunidades, por eso nos interesa tener claridad absoluta de los temas relevantes de nuestro sector y esta mesa de riego va en esa dirección".
En la reunión destacaron dos temas: el estado de avance del proyecto Embalse Zapallar y se resumió el trabajo que la CNR realizó en la zona a través de un programa que culminó en el año 2008 luego de 4 etapas y donde se logró catastrar la realidad de los regantes blancos y adicionales.