Por estos días hemos visto en los medios de comunicación el más triste espectáculo que la clase política le puede dar a un país, el caso Penta y el de Dávalos hijo de la presidenta han consumido la agenda y lejos quedaron de la opinión pública los temas que más preocupan a los ciudadanos como es el sistema de Salud. El día 30 de enero el Ministerio de Salud envió al congreso los datos de cierre del año 2014 para los pacientes que se encuentran en listas de espera cubiertas por Garantías Explícitas en Salud (GES) y no las listas de espera no GES, como parte de los compromisos presupuestarios. Las listas de espera GES, que habían sido llevadas de 380 mil en marzo de 2010 a prácticamente cero en diciembre de 2011, presentan nuevamente una preocupante tendencia de crecimiento. Así, en el primer año de gobierno de la Nueva Mayoría esta lista creció desde 4.803 pacientes en diciembre de 2013 a 8.053 en diciembre de 2014, es decir, un 68% más. Sin embargo lo más serio ocurre en todas las enfermedades que no están cubiertas por GES. Como parte del compromiso del gobierno del Presidente Sebastián Piñera, el Ministerio de Salud logró llevar prácticamente a cero las cirugías no cubiertas por GES que llevaban esperando por más de un año, que en marzo de 2011 ascendían a cerca de 90 mil. Así, en diciembre de 2013 se informó al Congreso que sólo quedaban 2.766 cirugías pendientes. Un año después, el Ministerio de Salud informa que a diciembre existen 130 mil pacientes que excedieron el año esperando por una cirugía. Asimismo, si se revisa la información de las personas que están esperando en el sistema público para ser atendidos por un médico especialista, la cifra asciende a 1.629.696 personas al mes de diciembre de 2014, de las cuales 1.290.733 lleva más de 4 meses esperando. Este explosivo aumento de las listas de espera probablemente es reflejo de los serios problemas de gestión que ha mostrado la cartera posterior al cambio de gobierno, y que tuvo su expresión más patente cuando, luego de la salida de la Ministra Molina cuando el gobierno tardó casi un mes en designar a la nueva ministra. Esto también ha quedado en manifiesto en la percepción de la ciudadanía ya que, mientras en marzo de 2014 la desaprobación de la gestión del gobierno en salud era de 43%, a enero de 2015 llegó a 68% según la encuesta adimark.
Frank Sauerbaum