Caleta Perales: La aldea clama por las deudas pendientes de la reconstrucción
tsunami. Vecinos acusan que tardaron casi tres años para levantarse tras ser golpeados por el tsunami. Hoy viven en casas sin agua potable y afirman que la promesa de un muro de contención para el borde costero quedó en el olvido.
A 30 kilómetros de la comuna de Coelemu, pasando un largo y sinuoso camino de ripio, se encuentra escondido el sector de Perales.
En la calle de entrada solo algunos muros y vestigios de casas dan la bienvenida al lugar como el recuerdo ingrato de la devastación a raíz del terremoto y posterior tsunami que azotó nuestro país el año 2010.
A pesar de que la fachada del pueblo se va abandonada y descuidada, a medida que uno avanza ya se vislumbra la reconstrucción definitiva de las viviendas en la zona costera de Ñuble arrasada por el mar y que dejó a cerca de 70 familias viviendo, por casi dos años, en campamentos de mediaguas.
Playa Perales
La playa de Perales es un sector que, a simple vista, sigue en abandono. Se llega a la localidad por una extensa calle donde lo único que hay es un almacén con provisiones. El resto de la avenida Las Playas permite la vista libre hacia el mar en donde antes se erigían numerosas viviendas que el tsunami hizo desaparecer completamente con todo en su interior. Partes fragmentadas de algunas casas aún se resisten a caer y conservan parte de sus estructuras.
Perales fue el único poblado de la provincia de Ñuble azotado por el tsunami del 27/F. Aquella fatídica noche sus habitantes arrancaron con lo puesto a los cerros cercanos, ya que la calle principal donde se ubicaban gran cantidad de las viviendas está a unos 200 metros de la orilla del mar.
No hay muros
En esta población de aproximadamente 840 personas, que principalmente se dedica al comercio ambulante de frutas, verduras y cochayuyo en ciudades como Los Ángeles, Chillán y Temuco, y donde unos pocos realizan ocasionalmente la pesca artesanal, el deseo latente de contar con sus casas propias tardó varios años en llegar, pero llegó. Ahora lo que les preocupa es su seguridad.
"Aquí quedó pendiente un proyecto que es de borde costero. El mismo proyecto que ofrecieron en Dichato lo ofrecieron aquí, vino gente de la municipalidad, todo muy lindo, plantación de arboles, hacer un muro de protección, que nunca se hizo", asegura la vecina Marta Henríquez.
La mujer critica que la municipalidad ha pasado a llevar a la junta de vecinos, pues designó, sin previa elección, a otra persona para entenderse directamente con la alcaldesa.
"La municipalidad se ha alejado de nosotros, han hecho lo que han querido y no nos ha dado una respuesta de si van a seguir reconstruyendo el borde costero o no, y a nosotros nos hace falta esto para la tranquilidad de las personas, de quienes vivimos acá", agregó la mujer.
Marta asegura que como son un pueblo chico nadie se preocupa de lo que realmente pasa ahí, si las promesas se cumplen o no finalmente solo queda en las autoridades que están a cargo de dichos proyectos.
"Cuando vino don Gastón Mella, que era el que estaba encargado de proyectos, dijo que estaba listo, y lo presentaron aquí, pero no hay nada. La alcaldesa sabía del proyecto, ellos tenían que hacerse cargo, si estaba todo listo, que este año empezaban a construir, pero no pasó nada. Este no es un tema estético, aquí hay gente que está en constante peligro, porque viven ahí mismo en la costa. Si volviera a salir el mar, nosotros volveríamos a perder", dijo Marta.
Otro tema que quedó pendiente en el sector es la recepción municipal de las viviendas.
"Todas las casas están reconstruidas, las últimas fueron hace poquito. Pero nosotros estamos ocupando las casas así no más, nunca se hizo una entrega oficial; de hecho, todavía está pendiente la recepción municipal de las obras, lo que no nos permite postular a ningún tipo de ampliación. Ni siquiera eso han podido hacer, fiscalizar nuestras casas", agregó Marta.
La directora del Secplac de Coelemu, Paulina Bugmann, desestimó los dichos de la presidenta de la junta de vecinos, asegurando que ella ya no representa a la totalidad de los vecinos y acusándola de mentirosa.
"De partida en Perales se reconstruyeron 47 casas, sin embargo nunca fueron 47 las que se inundaron, fueron muchas menos, pero ella informó eso. Con ella siempre hay cosas raras", declaró la directora.
Bugmann aseguró que en Perales se hizo toda la urbanización, vale decir alcantarillado, pavimentación de calles, que antes del terremoto era de ripio, la reparación del puente completa e iluminación, y dijo que el proyecto que está pendiente nunca fue un proyecto que incluyera muros de contención.
"El proyecto que había era un proyecto de mitigación, no de reparación del borde costero, y esos bosques se plantaron, pero los vecinos de ahí mismo se robaron esos árboles. De hecho hay gente que va a pescar siempre ahí y nosotros tuvimos que cercar ese sector por lo mismo", declaró la autoridad.
La directora dijo además que las platas, tanto de reconstrucción de viviendas como de alimentos y arborización, nunca pasaron por la municipalidad, Serviu se hizo cargo de los proyectos.
"Nuestra intervención es más que nada de gestión, para que se incluyera a Perales dentro de la reconstrucción, buscando las constructoras, haciendo el catastro con las personas afectadas, haciendo seguimientos, ese tipo de cosas. Llegaron donaciones de particulares y esa se entregó toda. Las ayudas que venían de gobierno llegaron a través del gobernador, que en ese entonces era Eduardo Durán, y él se hizo cargo de las entregas", concluyó la autoridad del Secplac de Coelemu.
De la delegación provincial del Serviu en Ñuble solo pudieron esclarecer que a nivel de delegación no existe ningún proyecto pendiente.
Alto Perales
"Ya se nos había olvidado lo que era dormir en una casa calientita, lo que era tener la cocina separada de las piezas. Casi olvidamos lo que era un baño decente. Ahora tenemos nuestras casas y estamos agradecidos, sin embargo el agua nos hace falta, no podemos tomar agua cochina, no podemos lavar, ni tirar la cadena, ni lavar loza, ni regar los jardines. Se demoraron tanto instalar los medidores de luz, ¿cuánto más tenemos que esperar para que nos den agua limpia?", son las palabras de Marisol Barrera, vecina de Alto Perales, población que luego del terremoto se instaló en ese cerro, pero que hasta el día de hoy no cuenta con agua potable.
Marisol vivía a la orilla de la playa, su casa es una de las tantas que el tsunami destruyó por completo. Solo algunos restos de madera y cemento quedan de lo que fue su hogar durante más de 20 años.
"Cuando vino la ola arrancamos. Perdimos la casa, pero estamos vivos, pensamos que estaríamos mejor acá, pero ahora estamos complicados con el agua. El camión va a dejar un poco de agua allá arriba pero no nos llega a nosotros, llega puro barro", dijo la mujer.
Mientras lava la ropa de su hijo pequeño en agua visiblemente turbia, Joselyn Hernández cuenta que cuando le entregaron su casa ella pensó que era cosa de semanas que le instalarían la luz y el agua, pero la espera ha sido más larga.
"Acá estamos todos agradecidos de que nos hayan entregado nuestras casitas, pero por favor, necesitamos agua", es la suplica de la joven madre.
Jorge Sabag, diputado por el distrito 42, está al tanto de la situación de la gente de Alto Perales y por esa razón es que este miércoles visitó a los vecinos del lugar para buscar una solución en conjunto.
"Aquí se hizo un plan para desarrollar un proyecto para la reconstrucción del borde costero. Contempla arborización, para mitigar los efectos un eventual tsunami. Nosotros igual solicitamos unos muros de contención. La verdad es que ese proyecto quedó en eso, no se ha ejecutado. Hay que hacer, por eso, las consultas pertinentes al Serviu para ver en qué etapa de desarrollo está este proyecto, para ejecutarlo", dijo el diputado.
No hay respuesta
En definitiva no se sabe qué pasó con el proyecto, si las platas se invirtieron o no aún es un misterio, o si es verdad que los propios vecinos se robaron los árboles. Dicen que hay un proyecto pendiente de mitigación, pero no de construcción de muros protectores, pero desde la delegación de Ñuble dicen que no hay proyectos pendientes.
Lo cierto es que quienes aún viven a la orilla del mar en Playa Perales están confundidos y decepcionados. No tienen respuestas positivas ni negativas, ni de la municipalidad, ni de Serviu. Siguen esperando por ayuda, con paciencia, como siempre, ahora por agua potable y unos necesarios muros de contención, que en este momento parecen tan lejanos como el mismo pueblo en el que viven, algunos hace más de 40 años.
Tres meses después del tsunami, 97 familias abandonaron sus campamentos improvisados en el sector de altura denominado La Loma, hasta donde habían arrancado para vivir en viviendas de emergencia, y se dividieron en tres grupos. Dos de ellos fueron reconocidos por las autoridades como aldeas de emergencia, o campamentos. La Aldea Alto Perales en ese momento estaba compuesta por 33 familias y no fueron reconocidos inicialmente como personas damnificadas. Hoy ya cuentan con sus casas propias, están habitables y resguardadas en el cerro, sin embargo surgió un nuevo inconveniente: la habilitación de servicios básicos como el agua potable.
Larga espera
En 2011 el avance en la reconstrucción de Playa Perales era de tan solo un 3%.
Único en Ñuble
Perales fue el único sector de la provincia de Ñuble que fue azotado por el tsunami de 2010.
Población
Alrededor de 840 personas son las que habitan en la playa de Perales.
Muros de contención
Vecinos aseguran que les prometieron muros para protegerse de un eventual tsunami. Autoridades desmienten tal proyecto.
No hay respuesta
Las autoridades aún no se ponen de acuerdo sobre qué va a pasar con esta necesidad de los vecinos de Perales, con respecto a los muros de contención.Alto Perales
Los vecinos de Alto Perales hace poco cuentan con luz propia, sin embargo aún no cuentan con medidores para agua potable y deben consumir agua de vertiente.
841 personas
Viven en el sector costero de Playa Perales. De todos ellos un 100% recuperó sus casas. Sin embargo, se sienten inseguros, pues las construcciones están a menos de 400 mts de la playa.
15 casas
Aproximadamente no cuentan con agua potable. Además aseguran que el agua es tan escasa que no les alcanza ni para lavar ropa, ni para llenar los estanques de los baños.